En el principio Dios
creó los cielos y la tierra. Ahora, la tierra estaba informe y vacía, y las
tinieblas cubrían la faz del abismo, y el espíritu de Dios cernía sobre la faz
de las aguas. Y Dios dijo: "Que se haga la Luz". Y hubo Luz. Y Dios vio
la Luz, que era buena, y Dios separó la Luz de las tinieblas. Y Dios llamó a la
Luz Día, y llamó a las tinieblas Noche. Y hubo tarde y hubo mañana, día
primero.
Bereshit (Génesis), el primer capítulo de la Torá, comienza
con estas palabras que evocan una cierta imagen. Hemos escuchado varias
interpretaciones de estas palabras en el nivel de Peshat (sentido
literal). Sin embargo, estas sencillas interpretaciones dejan una enorme
cantidad de preguntas, que carecen de lógica y de un enfoque científico. Los
cabalistas lo explican de la siguiente manera:
Todos los libros sagrados hablan solamente del mundo espiritual, de la
manera en la que fue creado y de cómo nuestro mundo fue creado de aquel.
Además, estos libros no sólo se refieren a lo que existe, sino también enseñan
a la persona a ver ese mundo.
La revelación gradual del Mundo Superior es llamada "ascenso
espiritual de la persona" o "peldaños de la elevación
espiritual". Varias técnicas son utilizadas en los libros para describir
el mundo espiritual. La Cábala es la ciencia de la estructura del mundo
Superior. Utiliza el lenguaje de los Sefirot, Partzufim,
gráficos y dibujos para describirlo. La Torá describe el mundo
Superior mediante el lenguaje cotidiano. Existe también el lenguaje alegórico y
el lenguaje de las leyes. Ahora, vamos a tratar de traducir el lenguaje de
la Torá en idioma cabalista.
La Torá describe la aparición del Mundo Superior, su
estructura y evolución y, después, describe el proceso de nuestra creación.
Pero no se trata de una persona de nuestro mundo.
La Torá habla de la creación del deseo de recibir (llamado
Alma o Adán), que tiene la meta de llenar esta creación-deseo-alma
con eterno y absoluto placer. Este deseo de deleite es la única creación.
Además, sólo existe el Creador. Así pues todo, a parte del Creador, no es más
que diversas medidas del deseo de placer.
Lo mismo ocurre en nuestro mundo. Lo único que separa a todos los objetos
entre sí es la cantidad del deseo de placer, el cual determina todas las
propiedades de cada objeto. El deseo de placer se compone de cinco niveles, y
estas cinco partes del deseo o creación son llamados los Sefirot: Kéter, Jojmá, Bina,Tifferet,
y Maljut. El Creador desea llenar completamente de placer a la
creación hasta que la creación sienta perfección y eternidad. Esto se debe a
que el Creador mismo existe en este estado, y desea otorgárnoslo.
El Creador es perfecto y el único. Al ser perfecto, Él desea otorgar la
perfección, Su propia condición, a Sus criaturas. Por esta razón, la meta de la
creación es alcanzar la perfección del Creador, y poder recibir lo que el
Creador quiere otorgarnos.
La Cabalá no se ocupa de los acontecimientos en nuestro mundo. Investiga
los sucesos en el mundo Superior, de donde descendieron todos los poderes a
nuestro mundo y generaron e instigaron todo lo que sucede aquí. Al aprender
Cabalá, la persona comienza a ver el mundo Superior. Es capaz de alcanzar al
Creador y la manera en que Él creó el mundo espiritual. En la Cabalá, este acto
se llama "El Primer día de la Creación". En sus acciones
posteriores (llamados días subsecuentes), el Creador hizo las fuerzas
gobernantes del Mundo Superior. En el último acto, el sexto, del Creador (el
sexto día de la creación) creó a Adán.
Ya que Adán fue el acto final del Creador, él es el
propósito de toda la creación. Todo lo creado con anterioridad a él fue creado
para él. Entonces, ¿cuál es el destino de Adán? Adán debe
alcanzar semejanza con el Creador, volverse completamente igual a Él, y regir
toda la existencia y su propio destino. Es más, estamos obligados a llegar a
este perfecto estado superior por nosotros mismos. Para alcanzarlo por nuestros
propios medios, primero tenemos que llegar al peor estado (opuesto al estado del
Creador), y después ascender por nuestra propia voluntad.
Con la ayuda de la Cabalá, la persona ve ambos mundos - nuestro mundo y el
Mundo Superior - así como la interacción entre ellos. La información emana del
Mundo Superior y lo convierte en materia ante nuestros ojos. Nuestra reacción a
esto (que desciende desde lo Alto en forma de información), se eleva de nuevo
al Mundo Superior y determina de qué manera, nuestro futuro descenderá y se
materializará. Por lo tanto, el Creador (que existe en el máximo nivel), creó
la creación a partir de la propiedad opuesta a Él. La llenó de Luz y,
posteriormente, al vaciarla de la Luz, se redujo a la condición de
"nuestro mundo".
A CONTINUAR...
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