¿Qué nos detiene para hacer un mundo mejor? Nuestra propia
naturaleza. Pero todavía hay esperanza, un estado perfecto de existencia nos
espera. Muchos de nosotros nos esforzamos por crear armonía y equilibrio, pero
nos molesta ver injusticia en el mundo. Vemos que algunas personas tienen más
dinero y satisfacciones de los que necesita realmente para su propia
subsistencia, mientras que otras tienen tan poco y luchan para poder
sobrevivir. Es muy difícil racionalizar todo el exceso que existe en el mundo,
cuando hay tantas personas que tienen incluso una capacidad limitada para
mantenerse vivos. Así que si hay algunos que tienen demasiado y otros que
tienen muy poco ¿por qué aquellos que tienen más de lo que necesitan no
comparten con aquellos que tienen menos? ¿No solucionaría esto el problema de
manera lógica?
EL EGOÍSMO SE EXPERIMENTA CON LA IGUALDAD
Recientemente leí un artículo sobre un profesor de economía de la
universidad que enseñó a sus alumnos una lección interesante. Ellos insistían
en que era una buena idea que el gobierno controlara y dividiera la riqueza
para que no hubiera ni pobres ni ricos, pensando que sería un gran igualador.
El profesor sugirió un experimento en clase. Todas las notas se promediarían y
todos recibirán la misma nota. La clase aceptó. Después del primer examen, las
calificaciones se promediaron y todo el mundo recibió una B. Obviamente, los
estudiantes que estudiaron duro estaban molestos, mientras que los que se
habían preparado en menor medida se encontraban felices. Cuando se realizó la
segunda prueba, los alumnos que habían estudiado poco decidieron estudiar aún
menos, y los que habían hecho de manera aplicada antes decidieron que ahora
querían un viaje gratis, así que nadie estudió a conciencia. El promedio en la
segunda prueba fue una D; nadie estaba feliz. Cuando llegó el tercer examen, la
nota promedio fue F. Los resultados no aumentaron, pero las disputas y la culpa
sí lo hicieron. El experimento dio lugar a resentimientos y dejó en claro que
nadie estudiaría para el beneficio de nadie más que para sí mismo. Lo que sucedió
no es sorprendente. No estamos dispuestos a hacer nada a menos que nos
beneficie personalmente. Esta es la naturaleza humana, somos egoístas. El
experimento ilustra precisamente esta clase de egoísmo; somos simplemente
incapaces de hacer algo para beneficiar a otros a menos que nos beneficie
directamente a nosotros. Los experimentos gubernamentales basados en el mismo
principio de equidad, como en el caso recién citado, también han fracasado. La
equidad y la igualdad son una meta maravillosa, pero el egoísmo humano nunca lo
permitirá.
LA LEY ALTRUISTA DE LA NATURALEZA
El comportamiento humano está en contraste con el resto de la
Naturaleza. En ésta, cada componente de un organismo vivo trabaja en conjunto
para el beneficio de la totalidad, las plantas y los animales siguen
instintivamente esta ley natural altruista. En el cuerpo humano, las células,
como partes del todo, trabajan juntas en beneficio de todo el cuerpo. Cualquier
célula que se ocupa exclusivamente de su propio beneficio, se llama "cáncer";
estas células cancerosas auto-interesadas destruyen el cuerpo entero. Esto es
análogo a lo que estamos observando en el gran cuerpo de la humanidad.
EL PROPÓSITO DE NUESTRA INTERCONEXIÓN EGOÍSTA
Por lo tanto, sería provechoso para todos reconocer que la
humanidad es un so lo cuerpo interconectado. Estamos conectados a nivel
mundial, no sólo a través de Internet, pero como proclaman los líderes del
mundo, estamos relacionados como naciones y ciudadanos de estas naciones, y
todos somos dependientes unos de otros. La crisis financiera mundial ha dejado
en claro este punto, así como el hecho de que nuestra conexión está
egoístamente controlada, lo cual plantea un problema de magnitud global.
Nuestro egoísmo, nuestro deseo de beneficiarnos, ha crecido tanto que – al
igual que las células cancerosas en el cuerpo humano – estamos destruyendo a
los demás en la humanidad a fin de garantizar que se cumplan nuestras
necesidades individuales. Sin embargo, la ciencia de la Cabalá explica que todo
esto está sucediendo a propósito. Nuestro egoísmo es la intención de
desarrollar este punto, para que podamos ver sus efectos negativos, para que
reconozcamos que hay un problema y queramos arreglarlo.
REPARANDO LA CONEXIÓN
Ahora que el problema ha sido diagnosticado, podemos buscar el
remedio y reparar la conexión entre nosotros. La Cabalá es una ciencia que
estudia las leyes de la Naturaleza, otorgándonos las herramientas para subsanar
esta conexión. Podemos estudiar y aplicar las leyes de la Naturaleza en
nosotros mismos. Cuando nuestras conexiones individuales se arreglan de
conformidad con la Naturaleza, no sólo corregimos los problemas entre las
personas, sino que también proporcionamos la corrección real y duradera para
todos los problemas en el mundo, ya que éstos sólo existen como resultado de la
conexión rota en la humanidad. A través del aprendizaje y la armonía con las
leyes de la Naturaleza, alcanzamos un mundo perfecto que actualmente no podemos
ver. Los cabalistas ven este estado perfecto y nosotros, al ir corrigiendo
nuestra conexión, también podemos verlo y existir en él.
(La Voz de la Cabalá, Edición #9)
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