Cuando yo me
corrijo y encuentro el mal en mí, me preparo a mí mismo y al mundo entero para
la "balanza de mérito".
La primera
dificultad del individuo es entender que antes de corregir el mundo debe
corregirse a sí mismo. Cuando vemos todas las corrupciones alrededor nuestro
debemos entender que este es nuestro reflejo. En la explicación al mundo, los
debemos convencer que el individuo corrupto crea un mundo corrupto y el
individuo corregido crea un mundo corregido, por eso nos debemos esforzar para
corregirnos a nosotros mismos.
(Consejo diario para el que está en el camino, kabbalah.info/es)
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