No, por que si hay una pregunta significa que un deseo necesita ser satisfecho,
por consiguiente, la pregunta tiene el derecho de ser hecha. Aunque la
respuesta sea un poco más compleja. Es algunas veces imposible dar una
respuesta debido al hecho de que los sentimientos del que cuestiona difieren de
aquellos del que responde. Uno debe encontrar una respuesta a sus propias
preguntas.
Si un hombre tiene apuros espirituales esto significa que hay lazos entre él y
el Creador. Aún y si no son claramente sentidos esos lazos, existen. Sólo el
hombre puede encontrar sus propias respuestas aún si no puede entender qué es
lo que está pasando.
El mundo espiritual no es nada más que el deseo de recibir y la pantalla (Masaj)
que se opone a éste. La decisión tomada en el Kli (vaso) empieza como
deseo (el Kli egoísta) o con la Masaj (un Kli espiritual
otorgando sin retorno) o su unión (Kli espiritual recibiendo).
El hombre debe esforzarse para aceptar todo lo que le pasa porque todos los
eventos son un medio de progreso espiritual. No hay una receta para cada caso
en particular y el hombre debe encontrar lo que puede y lo que no, así como el
aplicar los métodos expuestos por nuestros maestros. Cuando un hombre se da
cuenta que después de haber tratado no puede escapar del pequeño universo de su
egoísmo, le habla a Dios y clama por ayuda. El egoísmo siente que es el
principio del fin. Sólo en esta situación sin salida puede el Creador ayudar al
hombre, porque el hombre está listo para aceptar su ayuda.
Todos nosotros alcanzaremos el estado de "gmar tikun", la
obtención de la corrección. Lo que sea que pase, todos alcanzaremos nuestra
raíz en el "Ein Sof" (mundo sin fin.) Todo está encaminado a
la corrección final, el fin de los deseos egoístas. La noción del Mundo sin Fin
en todos los días de la vida, difiere radicalmente de su verdadero significado
en Cabalá. El estudio de las verdaderas fuentes puede acelerar nuestra
progresión hacia lo espiritual y permitirnos vivirlo en esta vida, por lo que
es llamado el camino de la Torá. La progresión puede también ocurrir a través
del sufrimiento, siguiendo la reencarnación del alma, pero, en cualquier caso
el resultado es el mismo. El camino de la Torá no significa reducir el
sufrimiento o evitarlo. Esta no es la fuerza conduce-Torá de aquel que sigue el
camino de la Torá.
El hombre transforma el sufrimiento inducido por deseos egoístas mundanos a
sufrimientos correspondientes a la falta de espiritualidad, acortando así
acorta el tiempo para llegar a su meta.
(kabbalah.info/es)
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