Un Partzuf espiritual es una manifestación de mi actitud (o deseo) que
está enfocada en mi prójimo. “El prójimo” es o
alguien que uno siente dentro de sí tras corregir su actitud o es el Creador
mismo.
Un Partzuf refleja el grado de mi otorgamiento y su
“forma”. Todos los Partzufim (Aba, Ima, Yeshut, Tvuna, ZeirAnpin, Nukva, Atik, ArijAnpin)
denotan varias formas de relaciones y diferentes sistemas de conexión.
Un Partzuf es
un sistema de conexiones entre el Creador y la creación. El Creador es
llamado Keter y
la creación Maljut. El resto de las Sefirot corresponden
a las propiedades de otorgamiento que vienen del Creador; la tarea de la
creación es adquirir (copiar) esas propiedades. Una forma especial de conexión
que es impresa en una instantánea llamada un Partzuf. Es un
tipo único de relación entre la fuerza que da y el recipiente, es decir, ya sea
entre dos personas, o entre una persona y el Creador.
A partir de Su deseo general de dar, el Creador nos
transfiere ocho efectos: Jojma, Bina, Jesed, Gevurá, Tifferet, Netzá, Jod, y Yesod.
Nuestras propiedades personales y el deseo de recibir nos permiten percibir Su
otorgamiento al nivel de la última Sefirá (Yesod), la cual es el lugar de reunión de todas las
cualidades otorgantes. Después de alcanzarlas; actuamos en correspondencia.
Nos sentimos a nosotros mismos y a nuestros deseos de
recibir placer como placenteros o no placenteros. Si nos sentimos mal,
significa que todo el sistema actúa de una manera que no nos permite rastrear
quién es responsable en particular por nuestro dolor. Nos parece que todos
nuestros sufrimientos son culpa de otros, y de pronto, descubrimos el mundo
entero a nuestro alrededor.
Si uno comienza a corregirse a sí mismo al hacer un
esfuerzo por justificar al Creador, o uno trata de amar a su prójimo, y
mediante hacer eso alcanza al Creador (es decir que uno establece las
relaciones correctas con el mundo externo), entonces uno descubre que todo está
arreglado previamente sólo para su propio beneficio. Uno comienza a cambiarse a
sí mismo de manera que en cada momento de su vida pueda considerar a todos como
maravillosos, amables, positivos.
Para ello, uno necesita constantemente cambiarse a sí
mismo; esto eventualmente lo corregirá. Si queremos ver el mundo como un lugar
perfecto, tenemos que cambiarnos perpetuamente y corregir nuestro egoísmo para
que sea adecuado para una nueva percepción del mundo. Esto es llamado “Amar a
mis amigos”: Continuamente nos esforzamos por mantener relaciones armoniosas,
amables, y atentas con otros, lo cual eventualmente nos llevará al Creador.
Este mecanismo constantemente nos cambia. Uno sigue continuamente alterándose
internamente, pero al mismo tiempo, uno debe retener la visión de sus amigos
como grandes. Si logra actuar así, uno ciertamente se auto corrige.
Esta es la manera en que uno trabaja en la estructura,
en su Partzuf,
el cual lo conecta con el Creador. No es perfecto por ahora, así que uno no
siente una conexión recíproca dentro de su estructura como entre dos personas
que están enamoradas entre sí: “Yo soy por mi amado, y Él se esfuerza por estar
conmigo”. Sin embargo, uno tiene que crecer en esta condición.
Miren las grandes oportunidades para trabajar
que el grupo y el entorno nos dan. Es totalmente suficiente si nos revisamos
perpetuamente al preguntar, “¿qué pienso de ellos? ¿Cómo apoyo a mis amigos?
¿Cómo me conecto con ellos? ¿Realmente estamos juntos o no?”
Todo está justo frente a nosotros; no hay duda de que está
orientado directo al Creador. Sucede automáticamente, ya que Él está detrás de
todo. Uno puede confiar totalmente en este hecho; no hay necesidad de
revisarlo. Por supuesto, uno tiene que mantener la dirección correcta hacia el
Creador, ya que la acción final está ya incluida en el pensamiento inicial, así
que tenemos que dirigirnos hacia el Creador en primer lugar. Sin embargo,
tenemos a nuestra disposición una herramienta de medición maravillosa que
claramente nos demuestra lo que se supone que hagamos en nuestro estado actual.
(De la Lección diaria de Cabalá "El Estudio de las Diez Sefirot", laitman.es)
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