Toda la
realidad se encuentra dividida entre el mundo exterior y yo. Y si sé cómo usar
la realidad exterior correctamente, puedo transformarme, concretando así
mi libre albedrío. La libertad reposa únicamente en la habilidad de
transformar, no al mundo, sino a sí mismo. El mundo es tan sólo la huella de
mis atributos.
Sólo
necesito saber cómo corregir estos atributos, cómo cambiar la combinación de
estas cualidades naturales iniciales que se hallan en mí. Para hacerlo, se me
entrega un “Kli”, (un instrumento) una palanca, una grúa que pueda
usar para voltearme de arriba hacia abajo y lograr ascender. Entonces, toda la
realidad cambiará. Veré que todo es distinto y que he nacido en un nuevo mundo.
Entonces,
¿reemplazo mi visión de la realidad o la realidad misma? ¡Transformo la
realidad! Después de todo, la realidad es lo que habita dentro de mis
percepciones.
(De la
lección diaria de Cabalá, La Libertad, laitman.es)
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