De todas las ciencias que están en constante desarrollo y la
investigación del mundo que nos rodea, la Cabalá es una ciencia que nos ayuda a
desarrollarnos en forma totalmente única. Además del mundo material que
estudian las ciencias, también existe otro mundo que se esconde de nosotros. La
ciencia de la Cabalá estudia este mundo oculto. Percibimos que existe este
mundo oculto. ¿Por qué sin ver este mundo sospechamos que existe? Al descubrir
sólo leyes parciales del Universo, entendemos que deben existir leyes más
completas, más lógicas, capaces de explicar todos los aspectos de nuestra vida.
Esto significa que algo escapa a nuestros sentidos y que por ahora no lo
estamos comprendiendo.
El sexto sentido
Entendemos que si tuviéramos otros órganos sensoriales (por ahora ni siquiera podemos imaginar de qué tipo), entonces, evidentemente, percibiríamos un mundo diferente. Nuestra percepción sería más amplia y profunda de alguna otra manera. Pero, por el momento, no tenemos esos órganos. Esta falta de conocimiento de las leyes del universo, causa una sensación de gran malestar en nuestro interior. Sufrimos porque no sabemos cómo comportarnos correctamente con los demás y con la naturaleza, y no vemos los ciclos de nuestra vida, muerte y nacimiento.
En el curso de la investigación del mundo, nuestro conocimiento
siempre llega a un límite que impide que avancemos más. Existen diferentes
metodologías que desarrollan nuestra capacidad de predecir el futuro e ir más
allá de las fronteras de la percepción regular, pero éstas también, por lo
general, añaden poco. Somos capaces, vagamente, de predecir el futuro, pero no
podemos percibir con claridad el mundo que nos rodea e interactuar
adecuadamente con él. El hombre (que es aparentemente un ser tan desarrollado)
se siente aún más desamparado y perdido al continuar con su desarrollo y
progreso. En última instancia, parece que las metodologías científicas que
investigan el medio ambiente en realidad no pueden alcanzar el objetivo
deseado. Entonces nos vemos forzados a reconocer que la raíz del problema
radica en las limitaciones de nuestros órganos sensoriales.
Existe una metodología clara que permite el desarrollo de un
órgano sensorial adicional: el "sexto sentido" (se
le puede llamar la pantalla o la luz reflejada). Este órgano nos permite ver,
sentir e investigar la parte del Universo que no es perceptible a través de los
cinco órganos de los sentidos comunes. La diferencia es que nosotros recibimos
los cinco sentidos en el momento del nacimiento, sin embargo, el sexto sentido
tenemos que desarrollarlo gradualmente nosotros mismos.
En algún momento el hombre recibe una señal desde arriba.
Empieza a sentir la necesidad de desarrollar este sexto órgano, la necesidad de
experimentar el universo oculto o exterior. Esto ocurre gradualmente. El hombre
y la humanidad se desarrollan conforme a los diferentes niveles de los deseos:
inicialmente, existe sólo el deseo de placeres animales (sexo, comida, etc.),
luego de riqueza, poder, rango, fama, conocimiento, y después de estos, surgen
los deseos para el alcance del reino Superior o espiritual. Estos últimos son
los deseos situados más allá de nuestras percepciones regulares.
Este primer deseo de percibir lo que se encuentra más allá de
nosotros es la semilla del sexto sentido. Después de esto le corresponde a la
persona desarrollarlo. El hombre no lo puede desarrollar por sí mismo. Existe
una metodología específica que ha sido entregada a la humanidad.
Los cabalistas y la última generación
En cada generación, las personas que reciben desde arriba esta
sensación que es necesario desarrollar el sexto sentido, de una u otra forma
llegan hasta los maestros y los libros y amplían este sentimiento dentro de
ellos mismos. Se les llama cabalistas, lo que quiere decir recibir
la información exterior o más elevada. Han escrito esta información en libros
que describen sus percepciones, impresiones, y nos transmiten su experiencia y
la metodología de cómo realizar el proceso de la creación del órgano del sexto
sentido para llegar a este estado superior. En principio, describen cómo el
hombre, después de haber realizado todos sus deseos de placeres animales,
riqueza, rango, fama, y el conocimiento, llega a la necesidad de alcanzar el
universo exterior, oculto.
En última instancia cada persona llegará a este estado, si no en
esta vida entonces en la siguiente. Como resultado de todas las vidas, el
hombre debe llegar a un estado de existencia más allá del tiempo y del espacio,
más allá de los cinco órganos sensoriales, con un nuevo órgano de percepción.
Esto es esencial para alcanzar el estado de la eternidad, la paz universal, y
el conocimiento ilimitado.
Todos los Cabalistas señalaron nuestra época como el punto desde
donde se iniciará una asimilación masiva del reino espiritual, o un desarrollo
masivo del órgano y sexto sentido en el hombre. La Cabalá estudia la
estructura de nuestra alma, su camino, su descenso desde el estado más elevado,
el mundo del Infinito, a través de muchos mundos hasta "nuestro
mundo". Este camino descendente se terminó al final del siglo pasado (los
Cabalistas señalaron la fecha exacta - en los años 1991-1995) y ahora el camino
ascendente ha comenzado.
Todos los Cabalistas que existieron antes de nuestra época eran
sólo personas que caminaron por este camino y prepararon para nosotros una
metodología de ascenso. Somos la primera ola, el primer grupo de almas que
descendieron a este mundo y que debe comenzar a ascender en forma masiva.
En nuestro tiempo la ciencia de la Cabalá es cada vez más
popular, a pesar de que muy pocas personas entienden lo que es, por qué se le
llama una ciencia, y por qué llega a la gente de esta manera. Sin embargo, la
atracción se puede observar y se percibe en el nivel de las masas, que es lo
que los cabalistas anunciaron hace muchos siglos.
Desarrollar el punto en el corazón
¿Qué debe hacer una persona cuando surge un claro deseo de entender el conocimiento más elevado? Debe comenzar por desarrollar el "punto en el corazón" (en la Cabalá así se le llama a este deseo), con la metodología que crearon los cabalistas. Después de algún tiempo (que pueden ser algunos años) la persona empieza a sentir gradual y en forma creciente el mundo exterior. Sólo entonces se empiezan a comprender las razones detrás de todo lo que ocurre en nuestro mundo. Ya puede contemplar la imagen de eso hacia donde todas las señales de nuestras acciones, nuestra fortaleza y pensamientos se dirigen.
Para ver esta imagen, es necesario desarrollar el sexto sentido.
En nuestros cinco órganos sensoriales no es perceptible. Nuestro "yo"
- la verdadera esencia del hombre - sólo se percibe en el sexto sentido. Tan
pronto como se desarrolla, el hombre comienza a sentir lo que se denomina el "alma".
Empiezan a ver, literalmente, los pensamientos y deseos. Es capaz de percibir
de qué manera pasan de él a otras personas, de qué manera recibe de ellos y
está bajo la influencia de otros, y cómo todo esto se conecta al universo
entero con toda la naturaleza circundante y desciende de nuevo hasta nosotros.
El hombre recibe la oportunidad de vislumbrar con claridad el
pasado, presente y futuro en un tiempo real. El concepto del tiempo desaparece
y, en última instancia, contempla todo de forma abierta e igual. Además de la
visión, comienza a evaluar correctamente lo que está sucediendo. Y lo más
importante, surge la oportunidad de influir en el control anterior que de fuera
gobierna a nuestra sociedad y a nosotros. El individuo no sólo puede predecir
lo que está por venir, sino literalmente cambiarlo. Estas habilidades sólo
surgen en una persona en la medida en que es capaz de superar su naturaleza
egoísta y comienza a pensar de conformidad con las leyes del Mundo Superior.
Todas estas cosas son reales y absolutamente accesibles para
todos. Además, toda la Naturaleza, es decir, la ley común de control de toda la
creación, funciona de tal forma que constantemente nos hace avanzar en la
dirección necesaria. Toda la humanidad está progresando inconscientemente, pero
la persona que conscientemente avanza hacia esta meta (el alcance del Universo
y la vida en todo su volumen), esta persona ya no siente la presión de la
Naturaleza (es decir, el sufrimiento), y de inmediato todo el Universo parece
estar lleno de bien en lugar de mal.
Por Rav Dr. Michael Laitman
(kabbalah.info/es)
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