La Cabalá nos explica
que el milagro de Januca simboliza el éxito alcanzado al pasar por encima de
los deseos que nos desvían del camino hacia la espiritualidad. Al superar
nuestro propio egoísmo -implementando el altruismo-, logramos la unión con el Creador.
Muchas veces
participamos de las fiestas de manera mecánica, sin detenernos a pensar cuál es
su propósito y simbolismo. ¿Nos hemos preguntado cuál es la raíz espiritual de
Januca?, ¿por qué encendemos velas, y quiénes fueron los griegos? El comprender
su significado, visto desde un plano superior, nos abre las puertas a un mundo
maravilloso, amplio y profundo, en el que prevalece la unión de los seres
humanos como un todo integrado.
Para lograr penetrar
esa nueva dimensión, a través del conocimiento de las fuerzas superiores que
actúan sobre nosotros, es importante entender que hay una raíz en el mundo
espiritual para todo lo que existe. Dicha raíz motiva nuestro comportamiento,
nuestros pensamientos y emociones, así como los diferentes eventos que
experimentamos aquí, en el mundo terrenal.
Las festividades que
celebramos mantienen una estrecha relación con las fases de desarrollo del
alma. Las velas de Januca simbolizan la Luz de Misericordia que uno adquiere
cuando ha alcanzado el Mundo Espiritual. La Luz se incrementa gradualmente, por
lo que se enciende una vela extra cada día.
Los griegos son los
deseos que nos incitan a permanecer sumergidos en el egoísmo. Al unirnos en un
amor fraternal, como un solo hombre con un solo corazón, logramos vencer esas
fuerzas que nos impiden avanzar en nuestra lucha por superar el ego.
Fases de reconexión
La sabiduría de la
Cabalá nos dice que Januca está relacionada con la rehabilitación del Templo.
Desde el punto de vista espiritual, el Templo significa el lugar donde el
Creador y la criatura se unen. Por lo tanto, su destrucción (profanación, en el
relato de Januca) se refiere a la ruptura de esta adhesión entre ambos. Esa
unificación es la que los cabalistas están tratando de reconstruir.
Hay dos fases de reconexión.
En la primera, el individuo aprende cómo elevarse por encima de la naturaleza
egoísta que caracteriza a todo ser humano, logrando así la formación de una
vasija (Kli, en hebreo), con la cual se unirá al mundo espiritual. Esta
es la fase de Corrección.
La fiesta de Januca está relacionada con esta etapa, por lo que su nombre se
puede dividir en dos: Janu (se estacionaron, en hebreo) Ca (de la palabra “acá”, en hebreo), lo
cual simboliza un descanso; es decir, el descanso que el humano toma entre ambas
fases del sendero espiritual, una vez que se haya corregido su vasija, y antes
de empezar a llenarla con la Luz en la segunda fase.
Este proceso se
desarrolla como en el caso de una persona sedienta, que sostiene en su mano un
vaso quebrado. Primero debe repararlo, antes de poder llenarlo y tomar de él.
Quien se siente separado de la espiritualidad debe primero enmendar su unión
con el Creador antes de que pueda recibir las bondades que él desea otorgarle.
Es entonces cuando
decimos que se ha llegado a la fase de Recepción,
alcanzando el ser humano la capacidad de recibir grandes placeres mediante la nueva
herramienta adquirida en la fase de corrección.
Se realiza el milagro
Los helénicos no querían exterminar a Israel
físicamente, ni lucharon por la dominación materialista, sino por la espiritual. Deseaban colocar estatuas
hechas por el hombre en el Templo y forzar a Israel a hacerles reverencia. El
gran sacerdote Matityahu, el líder de los Macabeos,
se opuso rotundamente. Liderados por él
lucharon y derrotaron a los griegos, es decir, vencieron los deseos egoístas que empujaban al pueblo a pensar que no valía la pena cumplir las leyes de la naturaleza, o sea, unirse
pasando por encima del egoísmo, para comulgar con
el Mundo Superior.
Mientras más fuertes se volvieron los griegos, más poderosa se tornó la fe de Israel. Esta
guerra se prolongó hasta que apareciera un hecho milagroso que pudiera
marcar el triunfo de Israel. El milagro ocurrió.
El milagro de Januca
representa el éxito en el logro de la adhesión, la unión con el Creador. Tras la victoria de Israel, por
medio de la implementación del método
de corrección establecido mucho antes por Abraham el Patriarca -la
sabiduría de la Cabalá-,
volvió a prevalecer el principio de “ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Israel se interpreta
como la fuerza que nos lleva directamente al Creador. Isra viene de la palabra Yashar (directo, en hebreo), y Él es la palabra hebrea
para referirnos a Dios. Por lo tanto, la palabra Israel significa, en conjunto, “directamente
a Dios”, la razón espiritual detrás
de este mundo, de hecho, la Meta de nuestra existencia sobre la Tierra.
Lo largamente anhelado
La victoria sobre los
helénicos constituye el cimiento del camino de cualquier
criatura en el reino espiritual. Este sendero nos permite cumplir las
correcciones que nos llevarán a la frontera final,
la eterna abundancia que el Creador ha preparado para todos.
Los cabalistas
describen en sus libros que más allá de lo que captan nuestros cinco sentidos, existe un mundo bello y
encantador, en el que tenemos la oportunidad de controlar, en forma consciente,
nuestras vidas, para alcanzar un placer supremo, la plenitud. Si seguimos sus
huellas, esforzándonos en lograr la conexión espiritual entre nosotros, con el propósito de apegarnos a la Fuerza Superior, llegaremos a experimentar
dicha abundancia y felicidad, todos y cada uno de nosotros.
*JANUCA 2015: 6-14 de Diciembre
*JANUCA 2015: 6-14 de Diciembre
(kabbalah.info/es)
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