El cáncer es
un sistema celular fuera de control. En principio, todas las células pueden
volverse cancerosas. Cuando funcionan correctamente y en equilibrio, cada célula
absorbe y da. Absorbe lo requerido para su funcionamiento, pero funciona sólo
para reforzar y sostener todo el sistema del cuerpo.
El cáncer es un cuerpo dentro del cuerpo. Nuestro
cuerpo es una comunidad de células unidas en torno a una sola idea de apoyar
mutuamente la vida. Pero existe la enfermedad del cáncer: Algunas de las
células, debido a su acrecentado egoísmo, se separan de las
otras células del cuerpo y empiezan a verlas como enemigos, como un cuerpo
extraño que debe ser atacado y devorado. El cáncer es una ruptura en el
programa de células cuyo gran egoísmo no siente el cuerpo como propio.
El papel principal de una célula es trabajar en beneficio de las
otras y sólo recibe para sí aquello que necesita para su existencia, por el
bien de otras. Así es como operan todos los sistemas en la naturaleza, excepto
los humanos y nuestra mente.
Tan pronto como comenzamos a pensar sólo en nosotros mismos,
nuestro sistema comienza lentamente a recibir “impresiones” de nuestros
pensamientos y deseos, el mismo programa es activado a nivel celular y el
sistema comienza a devorar todo, sin dar nada a los otros. Este es el principio
de la formación de un tumor canceroso.
Así como las células cancerosas matan el cuerpo y
después mueren por falta de hábitat, nosotros nos dirigimos hacia la muerte
puesto que estamos matando nuestro planeta.
Engullimos todo para nosotros mismos y así es como la humanidad
se vuelve un tumor canceroso en el cuerpo de la Tierra. Así como las células cancerosas matan el cuerpo y
después mueren por falta de hábitat, nosotros nos dirigimos hacia la muerte
puesto que estamos matando nuestro planeta. Nuestro planeta es maravilloso, pero vemos lo que sucede en los
niveles inanimado, vegetal y animado. Todos se alimentan de los demás y esto se
deriva del nivel humano.
Incluso en la Torá,
está dicho que, desde el momento en que Adán pecó, todos comenzaron a devorarse
unos a otros, antes todo existía en armonía. Desde el pecado de Adán, el tumor
canceroso comenzó a esparcirse y, en última instancia, hemos llegado a un
estado en el cual la humanidad se
está devorando a sí misma.
¿Es posible encontrar una cura para el cáncer?
Ciertamente, pero no en el nivel en el que existimos. Todo
problema es resuelto en un nivel más elevado que el nivel en el cual se
encuentra el problema. Desde ahí desciende una señal que instruye al nivel
inferior. Por lo tanto, depende de nosotros resolver el problema de nuestras relaciones mutuas.
Una vez que las relaciones entre las personas se vuelvan mutuas,
benéficas y humanas y estemos conectados en un sistema benéfico, entonces todos
los sistemas que se encuentran en un nivel inferior y en nuestro corazón e
intelecto, regresarán a su estado normal y todo lo que existe sobre la Tierra
se calmará. Como está escrito, “Y el lobo vivirá con el cordero y el leopardo
yacerá a un cabrito; y una ternera, un cachorro de león y ganado de engorda
[yacerán] juntos y un niño pequeño los guiará” (Isaías 11:6) y todo existirá en armonía.
Por qué nos enfermamos
(laitman.es)
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