¿El alma común, soy yo, o soy parte del conjunto?
Cada alma al corregirse a sí misma mejora el estado del alma común y con esto, ayuda a los
demás a corregirse y a la vez añadir sus correcciones al alma común. Primero,
cada uno debe llegar hasta la raíz de su alma, es decir, llevar su gen
espiritual (Reshimo)
hasta su corrección final personal
(Gmar Tikun
Prati). Segundo, tu estado personal corregido definitivamente es tu
incorporación total en el alma común de Adam Rishon.
¿Qué es el alma común de Adam Rishon? ¿Todo esto soy yo, o yo soy parte de
ella? El alma común soy yo, y todos los demás ya están corregidos. De ellos
tomo sus deseos y debo llenarlos. Soy como un órgano pequeño del cuerpo,
que debe proveer a todo el organismo, a todas sus partes, mi cuota de trabajo.
Por eso, todo el organismo se revela en relación a mí, pero sólo en la medida
en que lo llene.
Supongamos que pertenezco al sistema sanguíneo,
linfático o nervioso, y por eso, revelo sólo las partes del organismo que
pertenecen a este sistema. De esta manera, revelo todo el sistema de Adam ha Rishon en
relación a mí. Asocio a mi todo este deseo enorme del alma común y me convierto
en una madre con relación a los demás, ZAT de Bina,
como una vaca “que desea dar su leche”. Porque de hecho debo llenarlos con los
frutos de mi trabajo.
Por eso, cuando atraigo hacia mí todos sus deseos
que no están llenados debido a que no cumplí con todo mi trabajo y dejé en cada
uno de ellos un espacio vacío, comienzo entonces a sentir todo este sistema de Adam Rishon.
De hecho, esta es mi vasija espiritual, mi deseo.
¡Es como si estuviera en otras personas pero este deseo es mío! Resulta que
trabajo como el Creador que desea llenar a sus criaturas. Soy como el otorgante
con relación a este deseo ajeno y ellos para mí son quienes reciben. Me uno a
ellos y los trato con amor, como el Creador trata a toda el alma común.
Pero, me conecto sólo con esa sección del alma, que
está relacionada conmigo, o con ese sistema que debo llenar. De esta manera,
logro el estado en donde me siento como el Adam ha
Rishon en su
totalidad, y con esto revelo al Creador. Me identifico a mi mismo con todo el
sistema de Adam Rishon, con el cual puedo unirme. Y añadiendo
a cada uno mi parte del trabajo, me uno con todas estas partes en forma
corregida.
En realidad, todos están corregidos excepto yo. Y
resulta que revelo a Adam ha
Rishon como es. Y adquiero la vida de esta alma común, Maljut del
Mundo del Infinito. De este modo cada persona debe realizarse a sí misma:
corregir su actitud personal, su egoísmo
personal; incorporar en sí misma los deseos de los demás; sentir que estos
deseos son propios, llenarlos, y a través de ellos alcanzar el sistema de Adam ha Rishon, y
en él revelar al Creador.
(Extracto de lección acerca
del artículo de Rabash, ¿Qué grado
debe uno alcanzar?, laitman.es)
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