"¿Quién puede imaginar un mundo que no sea llenado por el Creador?"
-Talmud, Shabat
Al final de nuestro desarrollo, nosotros debemos alcanzar un estado de recepción ilimitada, de revelación ilimitada de lo bueno, de perfección y poder así como un absoluto llenado. Esto es lo que nos espera por delante si comenzamos a recibir con el fin de expresar intenciones hacia el Creador que son equivalentes a aquellas que Él manifiesta hacia nosotros. Esta es la esencia de todo nuestro trabajo.
El propósito de la creación de nuestro mundo, es decir el ocultamiento del Creador, es para que nosotros tratemos, bajo estas condiciones y con el entorno que se nos da, de desarrollar tales habilidades de interacción entre nosotros que nos permita cambiar de la recepción; robo, malas intenciones, rivalidad, envidia y odio; hacia el sentimiento de otorgamiento, de amor y nos elevemos por encima de nosotros mismos.
Si la persona verdaderamente se eleva por encima de sí misma, comienza a percibir la Luz que llena el mundo alrededor de ella, al Creador que se presenta en este mundo, la Luz general, la cualidad general del amor y otorgamiento. Entonces ella se desconecta de su cuerpo animal y simplemente “flota” en esta atmósfera inmensa, sin fin para ser llenada con amor y bondad.
Este es el próximo estado al que nosotros debemos ascender. De ninguna manera esto destruirá nuestro mundo. Nosotros entramos en él poco a poco, lo sentiremos junto con nuestro mundo y transformaremos nuestras sensaciones en las del siguiente grado.
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