La persona viene a estudiar, dado que quiere conocer, entender,
y sentir el mundo espiritual. Mientras tanto, sin
embargo, no entiende realmente lo que son la recepción para sí misma y el otorgamiento a
otros. Sólo sabe cómo cuidar de sí misma, actuar de acuerdo a su deseo de recibir; todo su trabajo es realizar acciones
que atraigan la Luz que Reforma.
Lo único en lo que debemos de pensar es cómo
abrirnos a la Luz y darle una oportunidad de operar y causar impresiones en
nosotros y cambiar nuestros atributos. Constantemente debemos preocuparnos sólo
de cómo alcanzar el mejor estado para este tipo de otorgamiento, incrementar
nuestras conexiones con el grupo intencionalmente, y organizar todo lo que sea
necesario.
Nuestro papel es implementar toda esta suma de
condiciones de la mejor manera posible, para que la Luz nos impresione. La Luz
es fija, y yo debo apuntar constantemente a colocarme bajo su influencia, una
vez en un lado y otra vez en el otro lado de mis pensamientos, mis intenciones,
y mis acciones, trabajar con los libros, con el grupo, conmigo mismo, en mis
relaciones con las personas que son cercanas o distantes de mí, en todo.
Si la persona piensa en ello constantemente y basa
todas sus esperanzas en eso, entendiendo que nada más la ayudará, excepto la
influencia de la Luz, ella llega al resultado muy pronto. Esto significa que
ella está “esperando la Luz del Creador”, como si esperara el amanecer. Ella
siente cómo cambian sus valores al ser convertidos en otorgamiento y amor, al
salir de sí misma hacia los amigos, hacia el concepto del grupo, hacia su forma
e imagen interna.
Es mediante eso, que la persona comienza a ver su
vida. Siente que hay dos deseos en ella: Uno es el deseo natural egoísta de
recibir, que por el momento permanece en ella. El otro deseo es el hambre que
gradualmente crece en ella, la necesidad, el vacío total, la deficiencia, la
cual quiere llenar mediante su anhelo por la conexión.
Después que la persona siente los dos deseos en
ella, gracias a la Luz que ha creado un espacio vacío dentro de ella, ya puede
recibir alguna dirección. Primero ella sólo tenía un punto en el corazón que no
tenía dirección, y ahora entre esos dos vacíos, existe una conexión, la cual determina las direcciones de
“yo” hacia los “otros”, y así avanza la persona.
Lo principal es dirigirte constantemente hacia la
máxima influencia de la Luz
que Reforma, en la mejor y más eficiente manera.
(De la preparación para la Lección diaria de Cabalá del 19 de Noviembre del 2012, laitman.es)
(De la preparación para la Lección diaria de Cabalá del 19 de Noviembre del 2012, laitman.es)
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