No podemos vencer nuestros deseos.
Solamente podemos reemplazar un deseo con otro mejor. Después de todo, la
persona es un deseo y no puede ir en contra de sí mismo.
La única forma de pelear en contra de un
deseo es utilizando una fuerza externa, la fuerza de la Luz. Entonces la Luz
peleará nuestra pelea en lugar nuestro. Es por eso que el Creador le dijo a
Moisés: “Vamos a ver a Faraón. Yo pelearé contra él para mostrar Mi poder y
grandeza sobre él. Yo te mostraré todo esto”. Por eso también el Creador
dijo, “He creado la inclinación mala y la Torá para su corrección, porque la
Luz que está oculta en ella regresa a las personas a la fuente”.
Por consiguiente, nuestra tarea no es
pelear contra nosotros mismos, sino realizar esfuerzos para atraer la Luz
mediante el estudio de la Cabalá. Únicamente tenemos que ver nuestra maldad
desde lejos y tener el deseo de terminar con ella. Es como la historia de
Moisés que creció en la casa del faraón pero se apartó de él.
Usted ha recibido un punto en el corazón
que se llama Moisés. Ahora, tiene que atraer la Luz del Creador para luchar
contra el mal, contra su corazón: el faraón.
Este estado tiene tres componentes:
1. La inclinación mala de una persona,
su egoísmo, que se esconde profundamente en su interior. Es la naturaleza del
hombre: faraón.
2. Una nueva consciencia que empieza a
formarse en la persona, el punto en el corazón: Moisés. Esta es la toma de
consciencia que usted tiene que corregir la inclinación mala, de otra forma, no
alcanzará la espiritualidad.
3. La fuente de la Luz, el Creador. Este
es el libro que habla sobre cómo corregir el egoísmo empleando la Luz. El libro
es una herramienta que le permite atraer la Luz para corregir su egoísmo, para
cambiarlo y transformarlo en bien
La mala inclinación esta dentro de
usted: es el faraón. La fuerza de la Luz que usted atrae durante el estudio es
la fuerza del Creador. Usted, Moisés, está en el medio y constantemente libra
esta guerra como está escrito, “Una persona debe confrontar su buena
inclinación en contra de su mala inclinación”.
Nuestro punto en el corazón, Moisés,
crece en la casa de faraón. Moisés se sienta en las rodillas de faraón, juega
con su barba y se prueba la corona. Moisés era como un nieto adoptado del
faraón y el hijo adoptivo de la hija del faraón, Batia. En otras palabras, era
un príncipe.
Pero en cuanto una persona se separa de
su mala inclinación, empieza a sentir que son opuestos y se odian. Cuando
Moisés, más tarde viene a ver a faraón, ya no le habla como a una persona
cercana. Le habla como a un extraño o a un enemigo.
Así es como una persona se separa de su
propia naturaleza, rebelándose en contra de ella y detestándola. Su única
esperanza entonces es que la Luz llegue durante el estudio de Cabalá y cambie
su naturaleza.
(De la lección diaria, laitman .es)
0 comentarios:
Publicar un comentario