“Amar al prójimo como
a sí mismo” esta cualidad es nuestra única meta, es una sensación espiritual
que tiene la intención de llenar todos nuestros deseos. Esto
significa una preocupación por el estado del mundo, por el avance de todas las
personas, toda la humanidad a un buen estado.
Está claro que una
acción les parecerá buena y otra mala, y ellos pueden resistirse y no querer
recibirnos y menospreciarnos, como niños que no entienden nada. Porque les
perece que tenemos diferentes opiniones y otra meta para el futuro del mundo.
Pero dentro
nuestra preocupación debe estar presente en todas nuestras acciones y
pensamientos y guiarnos. Y si uno la siente, entonces significa que está
sintonizado correctamente. Pero si persigue otro objetivo y esta
inquietud no le dirige, si no está presente en él, entonces es una señal que
las intenciones “Israel, la Torá y el Creador” (aquél que se precipita al
Creador; la Luz de la corrección; y el Creador) no están unidas dentro de él.
Esta es la única razón por la que actuamos y estudiamos.
(Reflexión diaria, De la preparación
para la lección diaria de Cabalá, laitman.es)
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