Baal HaSulam escribe que el hebreo es el lenguaje de la Luz y el arameo es el lenguaje de la vasija de recepción (el Kli). Estos dos lenguajes corresponden al frente y a la parte posterior respectivamente. Son lenguajes esenciales porque la forma geométrica de sus letras describe gráficamente la conexión entre la Luz y los deseos (Kelim).
Pero estos son solamente lenguajes básicos pues surgieron al
principio, de la división entre Babilonia y la humanidad, que los llevó a
separarse.
Otros lenguajes surgieron de la creciente separación egoísta
entre los pueblos desde los tiempos de la antigua Babilonia, que revelaba
destellos de egoísmo en la civilización básica humana. Estos lenguajes no son
artificiales, puesto que los pueblos los inventaron a partir de su propia
naturaleza. Sin embargo, emergieron lejos de la Fuente, del rompimiento que
ocurrió en Babilonia. Por eso es que los cabalistas no nos dieron explicaciones
sobre las letras de estos lenguajes “secundarios” y no describen la propiedad y
conexión que describe gráficamente una letra entre la Luz y el Kli.
Tanto en hebreo como en arameo, cada letra es un modelo, un
símbolo y un registro de la conexión entre la Luz y el Kli. "Letras" son Kelim (vasijas) que marcan las propiedades de las almas corregidas, y sus formas geométricas
expresan fuerzas espirituales. Es por eso que la escritura hebrea se mantuvo sin cambios a lo largo de milenios. Su origen es la
combinación de dos fuerzas que actúan en la espiritualidad, la de recepción y
la de otorgamiento. Y la interacción entre estas dos fuerzas nos da la forma de
las Letras.
Por lo tanto si tomamos letras de acuerdo al puño y letra
del escritor veremos que en cada una de ellas existen algunos elementos muy
definidos donde cada cual es un signo de la relación que tenemos entre las
fuerzas de recepción y la de otorgamiento, entre "Biná" y "Maljut": nueve letras de ZAT de Bina, nueve letras de Zeir Anpin, cuatro letras de Maljut y las cinco últimas letras (Mantzepaj) así como el contorno correspondiente a sus propiedades. La influencia
de Luz de Jasadim se expresa por intermedio de
líneas que van de derecha a izquierda (horizontales), y la de Luz de Jojmá por
líneas de arriba hacia abajo (verticales).
Por ejemplo, si tomamos la letra Alef, entonces
veremos que está compuesta por tres elementos (ver gráfico): la letra Yud (que
simboliza Jojmá,
Galgalta ve Eynaim) la letra Dalet ("Maljut ó AjaP) y la forma de herradura que hay entre
ellas que nos representa todo el orden. También la letra Yud, en el medio está compuesta por tres partes: el
extremo de la Yud (es la chispa del Creador como
"existencia de la ausencia"), un punto (que simboliza su propia
creación del deseo) y la vuelta hacia abajo (representa la expansión hacia
abajo).
Por consiguiente, una persona que estudia la ciencia de la Cabalá debería conocer los elementos de las letras del alfabeto hebreo. De hecho, su contorno geométrico transmite las propiedades espirituales de Maljut y el grado en que se encuentra alejado de Bina.
La letra misma es un registro de un estado espiritual. Una persona debe alcanzar las propiedades de todas las letras (es decir, las conexiones entre las propiedades de recepción, Maljut y otorgamiento, Bina) y “escribirlas” en su corazón (su deseo) en el orden correcto. Entonces recibirá el texto completo de la Torá, como esta escrito, “Escríbelo en tu corazón”.
(kabbalah.info/es)
Material relacionado:
El secreto de las letras
Letras negras sobre fondo blanco
Gematría en mí
0 comentarios:
Publicar un comentario