PREGUNTA: Rabash escribe que el Creador “escucha la plegaria de toda boca”. Pero usted dice que
la plegaria debe ser interna. ¿Entonces, cuál es la plegaria que Él escucha?
RESPUESTA: Una
plegaria es un deseo que llega verdaderamente al Creador. Existen sólo dos
fuerzas en el mundo: las fuerzas de
recepción (de atracción) y
las de otorgamiento (de rechazo). Y existe una ley de
la equivalencia de la forma: en el grado de su semejanza, las fuerzas, (los
objetos) se acercan; y en la medida de su diferencia, se separan.
Puesto que el Creador es un deseo absoluto de otorgar, Él “espera”
de nosotros la equivalencia con Él: que el deseo de recibir desee volverse similar a Él y también se convierta en la
fuerza del otorgamiento. Para asegurarse de esto, Él colocó Su chispa, “el punto
en el corazón”, el punto inicial de otorgamiento dentro del deseo de
recibir, nuestra naturaleza. Y debemos cultivarlo.
El Creador responde sólo a esta plegaria. Todas las otras
plegarias no llegan hasta Él. El Creador escucha la plegaria colectiva pidiendo
la fuerza del otorgamiento. El Creador es la ley del otorgamiento, así es que
no él reacciona a ninguna súplica que no sea para lograr el otorgamiento. Y si
no lo pedimos, él nos envía mayores sufrimientos para que nos podamos dar
cuenta lo que debemos pedir.
(De la lección sobre un artículo del 17 de septiembre 2010.)
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