En el lapso de apenas un año y medio, Isaac Luria (el Sagrado ARÍ)
revolucionó la Cabalá haciéndola accesible a todos.
La vida de Rabí Isaac Luria (El Sagrado ARÍ), –el cabalista más
importante del siglo XVI, y uno de los más influyentes personajes en la
historia y evolución de la sabiduría de la Cabalá– está envuelta en misterio y
leyendas. Nació en Jerusalén en 1534 y falleció a la temprana edad de treinta y
ocho años, tras caer enfermo por una epidemia en el verano de 1572. A los ocho
años perdió a su padre y su familia quedó desamparada. Desesperada, su madre se
llevó al joven Isaac a vivir con su tío en Egipto, donde permaneció muchos años
hasta su llegada a Safed.
Siendo joven, solía encerrarse en su habitación durante horas,
incluso días, sumergido en el estudio de El
Libro del Zohar, el
más importante libro de Cabalá, tratando de entender sus sutilezas. Las leyendas
describen cómo el ARÍ fue merecedor de “la revelación de Elías” (una revelación
espiritual única), y que estudió El
Zohar “de él”. Para el ARÍ, El Libro del Zohar era el mundo entero. Safed,
capital de los estudios cabalísticos en el siglo XVI, atraía muchos asiduos,
además, por estar situada en el área del Monte Merón, donde yacen los restos de
Rabí Shimon Bar-Yojai, autor de El
Libro del Zohar.
El año que el ARÍ abandonó Egipto y fue a Safed, un crudo invierno
golpeó Egipto. Lluvias torrenciales provocaron inundaciones, y el Nilo desbordó
sus riberas, dejando las ciudades bajo un manto de lodo y agua.
Cuenta una leyenda que en una de las noches más tormentosas de ese
temible invierno, el Profeta Elías se reveló al ARÍ. Éste, según dicho relato,
le dijo “Tu fin está cerca. Vete de aquí, y lleva a tu familia a la ciudad de
Safed, donde eres esperado con ansias. Allí encontrarás a tu discípulo, Jaim
Vital, a quien transmitirás tu sabiduría, nombrarás como tu sucesor, y quien
tomará tu lugar”. Elías también le reveló al ARÍ: “Tan sólo viniste a este
mundo para corregir el alma de Rabí Jaim Vital, ya que esta alma es preciada”.
Así, en el año 1570, en pleno invierno, el ARÍ fue a Safed. Tenía
treinta y seis años, y le quedaban dos de vida.
REVOLUCIONARIO Y CABALISTA
Los cabalistas ocultaron la sabiduría de la Cabalá durante 1500
años antes del ARÍ. Se levantaban a media noche, encendían una vela y cerraban
las ventanas para que sus voces no se oyeran fuera. Abrían reverentemente los
libros de Cabalá y se sumergían en ellos, tratando de desentrañar las verdades
ocultas.
Su estudio era secreto, enseñado a puerta cerrada. Los cabalistas
temían que éste fuera mal interpretado. “La generación“, afirmaban, “no está
lista todavía”. La humanidad esperó muchos siglos al maestro adecuado para
abrir las puertas de la sabiduría de la Cabalá al público. Finalmente, con la
llegada del ARÍ a Safed y la consiguiente exposición de El Libro del Zohar, se dio la
pauta para revelar los secretos de la Cabalá entre las masas.
Es difícil dimensionar la importancia y estatura del ARÍ; en
apenas año y medio, dejó una profunda huella en la historia del pensamiento
cabalístico, aún sin escribir una sola palabra, ya que todos sus conocimientos
fueron transmitidos a través de Rabí Jaim Vital, primer estudiante del ARÍ y
único sucesor, quien a su vez, fue incapaz de publicar todos sus escritos
mientras vivía. Fueron elaborados por sus parientes y estudiantes en los siglos
posteriores.
Entre los primeros escritos de Rabí Vital se encuentra el libro Etz Jaim (Árbol de la Vida),
que presenta las enseñanzas cabalísticas del ARÍ en un estilo claro y simple.
Otra notable publicación es Ocho
Puertas, una serie de ocho libros que describen —entre otras cosas— el
concepto de reencarnación.
Cuando el ARÍ llegó a Safed, organizó un grupo de cabalistas
conocido como “Los cachorros del León”, incluyendo a algunos de los más
ilustres de la época: Rabí Shlomo Elkabetz, compositor de la famosa canción, Lejá Dodí (ve, Mi amado), y el gran cabalista
Rabí Moisés Cordovero (el Ramak), quien es considerado el primero en reconocer
la grandeza del ARÍ; además de ser su amigo y estudiante.
Antes de fallecer, el Ramak dijo a sus estudiantes: “Sabed que
hay un hombre, aquí sentado, que se elevará tras de mí e iluminará los ojos de
esta generación con la sabiduría
de la Cabalá… en mis días, los canales estaban bloqueados... y en sus días, los
canales serán revelados... y
sepan que es un gran hombre, una chispa del Rashbi [de Rabí Shimon Bar-Yojai]”.
Parece que el Ramak tenía al ARÍ designado como su sucesor, e
instruyó a sus estudiantes que lo aceptasen como maestro.
El ARÍ fue el precursor de una nueva era humana y espiritual. No
sólo uno de los grandes cabalistas, sino el primero a quien se le dio “permiso
desde lo Alto” para revelar la sabiduría de la Cabalá a las masas.
Su habilidad para transformar la Cabalá de un método para unos
pocos escogidos a un método para todos, le convierte en un gigante por siempre.
(La Voz de la Cabalá)
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2 comentarios:
Donde puedo conseguir o como,libro el arbol de la vida? En espanol
Hola Kev Rei,
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Saludos
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