PREGUNTA: ¿Cómo podemos medir hasta qué grado nos influye la Luz que Reforma?
RESPUESTA: Por el momento, es imposible medir de forma precisa la influencia de la Luz, ya que la persona aún no tiene las herramientas para medirla. El problema no es con la Luz o con el nivel superior sino con la persona en sí.
Podemos decir que la persona es influenciada por la Luz que Reforma según el grado en que ella anhela la Luz. Pero la persona no puede medir su anhelo, aun cuando es su propio deseo, sus esfuerzos, su tensión. La razón es que ella está constantemente en un estado de ascensos y descensos y no puede contar esos momentos y sus esfuerzos, ni los que hace conscientemente ni los que hace de manera inconsciente.
Todo esto eventualmente se acumula. Es un proceso acumulativo, como se nos dice “muchos centavos construyen una gran cuenta”, y cuando eventualmente existe una cuenta grande la persona siente que viene otra porción de la Luz que Reforma.
La verdad es que la Luz influye en nosotros constantemente, pero sólo sentimos esta influencia después de que llenamos y alcanzamos cierta porción en nuestro nivel de sensibilidad. Así nos parece que la Luz viene en porciones, cuando ésta en realidad influye constantemente en la persona.
La Luz influye en nosotros incluso cuando no pensamos en ello y nos desarrollamos de manera natural. Las Reshimot (genes de información) surgen uno por uno, y la Luz influye en ellas. De otra manera no serían realizadas, y nosotros no nos desarrollaríamos. Mediante los golpes de la vida, te vuelves más sabio, entiendes más, y te acercas al otorgamiento, lo que significa que las Reshimot surgen perpetuamente, y la Luz Circundante opera en ellas.
Pero la Luz que Reforma es la Luz que tú anhelas, y llevas a cabo acciones especiales para que ésta influya en ti y apresure el surgimiento natural de las Reshimot y la influencia de la Luz. Aun cuando es la misma acción, la diferencia es que tú la evocas y la exiges y que ésta no viene por sí misma.
(De la 1° parte de la lección diaria de Cabalá del 10 de septiembre del 2012, Escritos de Rabash)
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