¿Alguna vez te has preguntado por qué te gusta tanto escapar de
vacaciones? ¿Qué es lo que buscas encontrar en otro lugar que no encuentras en
tu propia casa? La Cabalá nos explica que lo que estamos buscando está frente a
nosotros, o más bien, dentro de nosotros.
Buscando un destino de vacaciones
Libertad de expresión, de creencia religiosa,
de información, libertad para opinar, publicar, crear, libertad académica,
económica, tiempo libre… Parece que en el siglo 21 cada uno tiene la
posibilidad de crear su propio tipo de libertad.
Sin embargo ¿Existe la libertad
absoluta e incondicional? ¿No de algo, sino una libertad simple, ilimitada,
total?
La Cabalá afirma que sí, pero que es muy
diferente a lo que usualmente imaginamos. Para la mayoría, la libertad
significa escapar de las responsabilidades laborales y de los problemas
cotidianos. Olvidarnos de las preocupaciones, las presiones, el jefe y nuestras
cuentas sobregiradas. Buscamos un pequeño escape de la vida para poder
recuperar el aliento.
Trabajamos duro todo el año y
ahorramos, para tener finalmente unos cuantos momentos de piedad en una playa
arenosa. Y como sabemos, estando de vacaciones, las cosas no siempre salen como
quisiéramos, ya sea por el hotel o el vuelo, los niños que justo deciden que es
el momento perfecto para enfermarse. Por una u otra razón, la mayoría de las
vacaciones no terminan siendo el sueño esperado. Aún si tenemos suerte y éstas
nos resultan perfectas, cada momento que pasa nos recuerda que se acabarán
pronto y tendremos que reconectarnos con “la vida real”.
Entonces ¿Somos realmente más libres al
escapar de la rutina diaria?, ¿Qué pasaría si hubiese una forma diferente de
vivir para no querer escapar en búsqueda de la libertad? ¿Existen las
vacaciones perfectas e interminables? De hecho las hay. Pero a fin de encontrar
este lugar, debemos dejar de buscarlo dentro del marco de este mundo.
La libertad está más allá de este mundo
La sabiduría de la Cabalá explica que
en nuestro mundo, las personas son todo excepto libres. No elegimos la familia,
talentos naturales, ni cualidades. Cuando niños fuimos constantemente
influenciados por nuestros padres y profesores.
Al crecer, la sociedad y los medios
de comunicación nos dictan prácticamente todo: qué vestir, qué ser, hacia qué
aspirar, cómo pensar, qué comer, y a quién amar. Lo que es hermoso o feo,
correcto o incorrecto, buenos modales, formas de hablar y comportarnos. Naturalmente,
no es fácil aceptar la idea que no hay libertad en nuestro mundo. Pero, una vez
que nos percatemos de esto, empezaremos a preguntarnos cuál es el propósito de
todo esto, y entonces, la Cabalá explica, estaremos en camino hacia la verdadera
libertad.
“…si dejamos que nuestro corazón responda
una sola pregunta famosa… Ésta se hace por todos los seres del mundo: ¿Cuál es
el propósito de mi vida?”
-Cabalista Yehuda Ashlag (Baal HaSulam), “Introducción al Talmud Eser
Sefirot”
Los cabalistas nos dicen que la
respuesta a la pregunta, “Cuál es el propósito de la vida” tiene la llave a
nuestra libertad. Todos nos hemos hecho esta pregunta al menos una vez: ¿Por
qué estamos aquí? ¿De dónde venimos? ¿Hay un propósito de nuestras experiencias
personales y globales? ¿Hacia dónde vamos? La sociedad hace que sintamos
conveniente ignorar esas preguntas. Es socialmente mejor visto ser arrastrado
por la marea de la vida que preguntarse el significado de ella. Por lo tanto,
cuando surgen esas interrogantes, evitamos tratar de darles una respuesta
verdadera.
“…tanto más en nuestra generación,
donde nadie quiere ni siquiera pensar en ello. Sin embargo, la pregunta en sí
permanece amarga y vehemente, pues una y otra vez se presenta imprevista,
picoteando nuestra mente, derribándonos al suelo antes que logremos encontrar la
familiar táctica: flotar sin sentido por las mareas de la vida, como el día anterior.”
Cabalista Yehuda Ashlag (Baal HaSulam), “Introducción al Talmud Eser
Sefirot”
Hasta la extravagante industria del
entretenimiento nace de nuestros intentos de escapar la búsqueda del
significado de la vida. Realizamos innumerables actividades, recibimos
toneladas de información innecesaria, vemos fijamente la televisión durante
horas, navegamos la Red, vemos películas, vamos a Disneyland, y ¿qué no?, cualquier
cosa para mantenernos distraídos. La mera idea de estar sin distracciones nos
espanta.
La Cabalá explica que estamos, de
hecho, reprimiendo la pregunta que justamente nos lleva a la libertad que tanto
queremos. En vez de tratar de escapar de nuestras vidas, podemos transformarlas
en una experiencia totalmente diferente, en una permanente y perfecta vacación,
donde el placer que sentimos sólo se incrementa. ¿Te parece que esto es algo
que no existe en nuestro mundo? Pues bien, tienes razón, no existe, acá, pero
sí existe en otro lugar. La Cabalá explica dónde y cómo llegar allí.
¿Cómo llegamos allí?
Se empieza con una simple decisión: dejar
de huir. De hecho, cuestionar el significado de la vida es el principio de nuestra
conexión con la fuente de la felicidad, el Creador. En otras palabras, responder
a esta interrogante y conectarnos con el Creador son sinónimos. Los cabalistas
explican que alcanzar esta conexión con el Creador es un proceso gradual que se
lleva a cabo en nuestro interior. De modo que para llegar a la libertad no es
necesario escalar montañas, viajar al otro extremo del mundo o tratar de escapar
de nuestra vida diaria. Simplemente dejar que esta interrogante interior despierte
y nos guíe. Entonces, el sendero hacia la perfección se abrirá frente a
nosotros y estaremos en camino hacia la verdadera y eterna libertad.
(La Voz de la Cabalá, Edición #5)
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