Debemos influir con grandeza a los
amigos, sin criticarlos, para que podamos conectarnos.
Yo no critico a los amigos, sino que me
preocupo por ellos, como una madre que se preocupa por sus niños. Tengo que
darles ejemplo y despertarles a la grandeza del Creador, del grupo, del
estudio, etc. El Kli (vasija) espiritual se encuentra fuera de mí y en mí hay
solo un Nitzotz (chispa) que puede conectarse a él. Mi actitud hacia los amigos
determina esta conexión.
(Consejo diario para el que está en el
camino, kabbalah.info/es)
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