Primero aclaremos la
relación entre la sabiduría de la Cabalá y la filosofía.
En general, la
filosofía estudia qué es la vida, cuál es su significado, su propósito, y cuál
es la actitud del hombre hacia la vida y la naturaleza.
En una palabra, la
filosofía parece abarcarlo todo. Al mismo tiempo no es llamada una ciencia, porque estudia al hombre y al nivel
humano de la realidad, en otras palabras, la esfera que no podemos medir. En
esto no hay opiniones claras y precisas que puedan aceptarse como hechos.
En los métodos
científicos, estudiamos la naturaleza inanimada,
vegetativa, y animada, que son niveles inferiores que el hombre observa hacia
abajo desde la altura de la próxima etapa evolutiva. Podemos descender hacia
ellos, percibirlos, investigarlos, y entenderlos. Esto también se aplica a
nuestro cuerpo que pertenece al nivel animado de la naturaleza.
Pero no podemos
estudiar al “humano” en nosotros de forma adecuada. Tratamos de clasificar los
diferentes fenómenos, respuestas, percepciones, pensamientos, y deseos internos
de manera científica, pero no tenemos éxito ¿Por qué? Porque está en nuestro
propio nivel, al mismo nivel, y yo sólo puedo estudiar lo que está por debajo
de mí.
Este es todo el
problema. Es de conocimiento común, aun cuando la ciencia en realidad comenzó a
partir del enfoque del hombre hacia sí mismo y hacia la vida. No es
coincidencia que los grados en todos los campos se denominen “Doctor en
filosofía” (PhD), aun cuando no tienen nada que ver con la filosofía. El
enfoque general hacia ti mismo y hacia la realidad es simplemente llamado “filosofía“.
Este término en
realidad se deriva de la Cabalá. He aquí lo que dice el humanista y experto
lingüista alemán del siglo 16 Johann Reuchlin, uno de los grandes expertos en
idiomas antiguos, consejero personal del emperador Maximiliano I, y quien
mantenía contacto con la academia de estudios de Platón:
“Mi maestro
Pitágoras, el padre de la filosofía, probablemente recibió su sabiduría de los
judíos y no de los griegos, y es el primero que ha traducido la palabra
“Cabalá”, que no era familiar para las personas de su época, a la palabra
griega “filosofía”. La filosofía de Pitágoras surgió del infinito mar de la
Cabalá…la sabiduría de la Cabalá no nos deja pasar nuestras vidas en el polvo,
sino que eleva nuestra mente hasta la cima del conocimiento”.
A los filósofos les
gustaría demostrar que su campo abarca todos los aspectos de la vida. Por
cierto, hasta épocas recientes, para estudiar Cabalá en una universidad, uno
tenía que ser aceptado en la facultad de filosofía. Las personas aún asumen que
la Cabalá es parte de la filosofía, aun cuando los verdaderos filósofos admiten
que no es así.
En cualquier caso,
este es un asunto diferente. El mundo moderno no respeta la filosofía y con
razón, ya que hoy muchas personas estudian filosofía sólo para obtener un
título universitario. Pero cuando hablamos de filosofía, nos referimos a una
visión del mundo, a una percepción de la vida, a una especie de paradigma. Cada
uno de nosotros es un filósofo en el interior. En correspondencia, tenemos que
entender, qué es importante de esos enfoques y qué no lo es.
La perspectiva de la
persona, su actitud hacia la vida y hacia sí misma, está cambiando constantemente,
y eventualmente sobre ésta esfera se eleva la sabiduría de la Cabalá, la
apertura de la filosofía, al igual que fue descubierta a partir de otras
religiones, tras siglos de ocultamiento. Esta sabiduría esperó a que la humanidad creciera y se desarrollara. En el
comienzo de la historia generó ciencias y filosofía, y hoy, en tiempos de
crisis global, se revela una vez más, después de las religiones y la filosofía,
al ser el único enfoque que tiene la persona hacia la vida. La sabiduría de la
Cabalá incluye todas las percepciones y por lo tanto eventualmente las
remplaza.
(De la 4º parte de la lección diaria
de Cabalá del 12/4/12, “Cabalá y filosofía”, laitman.es)
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