Nosotros
ya sabemos que “Israel” es llamado las vasijas de otorgamiento, Galgalta
ve Eynaim (GE) y las “naciones del mundo” son las vasijas de
recepción, AHP. En
consecuencia las vasijas de Israel deben corregirse primero a sí mismas y dar
la Luz a las naciones del mundo. Esta tarea se le asignó desde Arriba a Israel,
es decir a que todos aquellos en el mundo que obtienen el despertar a través
del punto en el corazón (•), una chispa de deseo, la cual de pronto
estalla dentro de ellos. En adición a esto, la categoría de “Israel” incluye a
los descendientes de inmigrantes de la antigua Babilonia quienes tenían
en el pasado el punto en el corazón.
Por lo
tanto, “Israel” es un concepto difícil, complejo. Y a saber, estas personas
tienen una obligación de corregirse a sí mismas con el fin de comenzar a ser la
“Luz de las naciones”, en otras palabras, transferir el método, darles ayuda y
apoyo a todas las demás personas que tienen el punto en el corazón que aún está
oculto.
Después de
la ruptura de las almas y de la inclusión mutua, este punto existe en todos
pero en la categoría de las “naciones del mundo” sigue todavía inactivo y ellos
no se dirigen “directamente al Creador” (Yashar-El) ni sienten
esta ansia (↑). Es por eso que hay un vínculo
de transición Galgalta ve Eynaim, Israel, las vasijas de
otorgamiento. Su naturaleza es la misma que la de la Luz (Ohr) y
ellos pueden pasarla a las naciones del mundo de una forma adecuada, de tal
manera que las personas entiendan cómo y de qué manera pueden salir de la
crisis actual.
Hay un
punto muy importante. El Creador, la Luz Circundante (Ohr Makif – O´M) también
brilla en todas las personas. De aquí que todas experimenta lo negativo (-) las
aflicciones y los problemas. Sin embargo, ellas no se sienten capaces de
hacerle frente a esta negatividad, a este deseo insatisfecho (Jissarón). Ellas
no obtienen ayuda y apoyo desde Arriba. Lo positivo no viene (+?), no hay
método. Es por eso que las naciones del mundo sienten odio por
Israel, a quien culpan de todas sus desgracias.
Nosotros
estamos hablando de las leyes y fuerzas de la naturaleza. Nada puede hacerse,
estas operan de este modo. Hasta que Israel no sea capaz de equilibrar los
deseos de las naciones que fueron despertadas por la Luz Circundante con la Luz
interna del Creador, hasta que el “menos” (-) de las naciones no sea neutralizado
por el “más” de la parte de Israel, ellas odiarán y culparán
constantemente a Israel, es decir su falta de apoyo, que ellas no saben que
necesitan, la cual es precisamente la causa de todas sus aflicciones. Los
desastres naturales, el hambre y la enfermedad, todo eso será atribuido a los judíos,
como ha sucedido muchas veces. Todo esto proviene de un desequilibrio entre
estas fuerzas que nosotros tenemos que equilibrar, de modo que nos movamos no
hacia lo negativo sino hacia lo positivo que proporciona con anticipación el
remedio para la enfermedad.
En esencia, todo gira
en torno a este esquema. Así, si algo malo pasa en el mundo, entonces aquellos
que pertenecen a la categoría de Israel son los culpables, porque ellos no le
traen al mundo la Luz de compensación y como resultado permiten que irrumpa la
fuerza mala.
(De la 4º parte de la Lección
diaria de Cabalá del 28 de Enero del 2013, Emergencia, laitman.es)
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