El amor a los demás es algo muy grande - es el kli (vasija) para el descubrimiento del
Creador.
Si la persona quiere avanzar realmente en la espiritualidad, es
decir hacia el otorgamiento, ella comienza gradual y muy lentamente a descubrir
que las condiciones para avanzar son muy difíciles, casi imposibles, y por
supuesto insoportables. Esto se debe a que la persona debe realizar acciones
continuas, aprovechando todas las oportunidades, y buscando acciones adicionales
de otorgamiento a los demás, de amor a los demás. ¡Al mismo tiempo, la persona
debe sentirse feliz y eufórica a pesar de sus sensaciones en las que en
realidad carece de todo!
Nosotros debemos entender que en realidad esto es lo que se
llama espiritualidad: no recibir ninguna recompensa sino actuar sólo por el
bien de los demás. Si fuera por el bien del Creador, entonces uno aceptaría
hacer algo, puesto que Él es grande y lo gobierna todo.
Es respetable el hecho de estar en conexión con Él, el ser
cercano a Él, y otorgarle a Él. Pero cuando hablamos de otorgamiento a los
demás y no al Creador, es decir a cualquier persona en este mundo a quien debo
deleitar, hacer sentir bien, y complacer por medio de mis esfuerzos, esto
parece una misión imposible.
En este punto nos damos cuenta de que sólo la Luz Circundante
puede hacer esto, puede producir dicho cambio, y esta acción es fundamental
porque yo no tengo nada, no puedo escapar de ella. Esta realmente es la meta de
la creación y la justicia del superior, y necesito la ayuda del Creador, porque
sin Él no puedo hacer nada.
Finalmente yo acepto y entiendo que esta es la justicia superior
y que así tiene que ser, a pesar de que estar totalmente en contra de ella.
Estoy dispuesto a pedir constantemente que la fuerza superior venga, me
corrija, y me cambie, para que aparentemente yo deje de existir y sólo le sirva
a toda la humanidad, tanto a mis enemigos como a mis seres queridos.
No debería haber ninguna diferencia en mi actitud hacia la más
humilde y peor persona del mundo y mi actitud hacia el Creador. Sólo cuando yo
alcance el amor absoluto a los seres creados alcanzaré al amor del Creador.
Después de todo, el Creador tiene que revelarse entre todos.
- Rav Michael Laitman
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