La experiencia no nos
enseña nada en lo relacionado con la fe por encima de la razón, solo el
esfuerzo lo hace.
Hay cosas de las que
se puede decir que no hay más inteligente que el que posee experiencia, o sea
que con la experiencia ya adquiero la relación correcta a los medios y los
componentes que están en el camino. Sólo en una cosa no se adquiere experiencia
- en la fe por encima de la razón.
“Fe por encima de la
razón” significa “otorgamiento por encima de la recepción”. Nuestra naturaleza
es el deseo de recibir y este deseo nos hacer ser opuestos al Creador. Sin
embargo, podemos lograr que nuestra naturaleza egoísta sea igual al Creador al
agregar la intención “para otorgar” a ella, que sería “por encima de la razón”:
determinará la esencia de nuestras acciones que son “para recibir”.
De igual forma, “el
árbol del conocimiento del bien y el mal” es el conocimiento o alcanzar
nuestros 613 deseos y su corrección, con el fin de utilizar los deseos “de
recibir” para “otorgar”.
Yo necesito de la Fuerza
Superior, y nunca seré capaz de subir un escalón por mis propios medios. Yo, de
todas formas, intento y me esfuerzo, estoy obligado a ello, y no puedo decir
por anticipado que yo sé que no soy yo. Yo debo esforzarme por intentarlo yo
mismo, y desde la carencia verdadera que se desarrolla como resultado del
esfuerzo, yo pido que venga la Luz circundante para que haga por mí las
acciones de ascenso.
La Cabalá es una
ciencia y no trata con la fe, sino sólo con fenómenos claramente discernibles,
según el principio, “El juez sólo conoce lo que sus ojos ven.” El Creador o la
Luz creó un deseo con la intención para “mi mismo”. Todo lo que sucede es un
proceso para corregir la intención de “para mi mismo” a “para los demás”. En la
medida de la corrección del deseo, la Luz llena el deseo. El fin de la
corrección llega cuando el deseo es completamente similar a la Luz. Así pues,
no hay aquí cabida para la fe terrenal.
(Definición diaria,
kabbalah.info/es)
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