Escoge a cada momento - ¿Acaso yo prefiero exterioridad o interioridad?
Toda la creación es únicamente deseo de recibir, y todas las partes del deseo de recibir están relacionadas unas con otras, de manera tal que no hay ninguna parte que no este unida a las otras. Las partes internas son más importantes, más eficaces y activas que las partes externas. Por eso, en la medida en que los deseos internos llamados “Israel”, Yashar-El, anhelan la corrección, ellos actúan e influyen sobre todas las demás partes. Cada una de las partes del deseo, interior o exterior, esta divido también en parte interna y parte externa, y así sucesivamente.
El deseo de recibir se reviste en todas las partes de la realidad - en el inanimado, vegetativo, animal y hablante - que está en este mundo y en los mundos superiores. Cuanto más exijan las partes internas y se encuentren en la corrección, así actuarán en la forma más correcta y eficaz e influirán mejor sobre cada parte del deseo de recibir que hay en la realidad.
Todo funciona de acuerdo a la elección del hombre, y su preferencia interna por sobre la externa en su vida, sus ocupaciones, en todo lo que lo llena y le interesa. Nosotros preguntamos en que forma el hombre pequeño, que vive en este mundo, puede influenciar sobre toda la realidad, y la respuesta es precisamente que él es la parte otorgante. El libre albedrío de la persona esta justamente en la decisión de qué preferir, interioridad o exterioridad, a cada momento de su vida.
Nosotros debemos tratar de construir para nosotros un entorno tal que nos obligue a ocuparnos siempre en la interioridad, sin problemas, sin presión, y sin que tengamos que invertir fuerzas. Con esto nosotros siempre influiremos al resto de éste gran deseo de recibir, que es toda la realidad de los mundos superiores e inferiores, para que todos se acerquen a la interioridad.
(Consejo diario para el que está en el camino, kabbalah.info/es)
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