PREGUNTA: ¿Por qué Rabí Shimon escribió El libro del Zóhar en un lenguaje alegórico, encubriendo el hecho que está hablando sobre la conexión entre la Luz y el deseo?
RESPUESTA: ¿En realidad ocultó algo? Reflexiona en cómo empieza el libro El árbol de la vida, del ARI: “Sabed que antes que las emanaciones fueran emanadas y las criaturas creadas, la Sencilla Luz Superior llenaba toda la existencia.” Y entonces, apareció un punto de deseo que procedió a desarrollarse hasta que surgieron los mundos y todo lo que los habitan a partir de ese punto.
No existe otra cosa más que el deseo de recibir Luz y la Luz. Todo el resto es el desarrollo de la conexión entre ellos, en donde la Luz permanece invariable y el deseo cambia para asemejarse a la Luz. Esta conexión es el tema que se describe en la ciencia de la Cabalá y particularmente en El Libro del Zóhar.
Si la persona logra algún nivel espiritual, entonces verá las conexiones entre la imagen de nuestro mundo y su nivel espiritual. Ve como descienden las fuerzas y cualidades desde el Nivel Superior al nivel inferior, que todos podemos ver. Todos los nombres de las cualidades y de las fuerzas en los 125 peldaños por encima de nuestro mundo permanecen iguales a los nombres de nuestro mundo pero, cuando la persona lee cada nombre, ve sus raíces en lugar de los objetos materiales.
Cuando la persona obtiene una pantalla y entra en el mundo espiritual, al cruzar el Majsom, empieza a revelar la fuente de todo lo que ocurre en este mundo. Ve la imagen de este mundo y cómo se proyecta dentro de él desde un nivel más elevado y cómo se divide en los niveles inanimado, vegetativo, animado y humano.
Esta visión le permite a la persona nombrar automáticamente todas las fuerzas y cualidades del Mundo Superior, empleando los nombres de los objetos materiales, puesto que son la materialización de las Fuerzas Superiores que descienden a este mundo.
Cuando una persona consigue descubrir todas las conexiones entre este mundo y su nivel espiritual, asciende al siguiente nivel más elevado, pero nuestro mundo se queda sin cambio y conserva la misma forma. En el nuevo nivel la persona sigue buscando las conexiones entre las raíces (cualidades en el nivel espiritual) y su proyección en este mundo. La búsqueda se reduce a la corrección de atributos de la persona. En la medida en que los corrige, tiene una imagen más clara del nivel superior. Una vez que discierne todas las fuerzas, cualidades y conexiones, completa ese nivel espiritual y asciende al siguiente nivel.
Aunque el proceso parezca monótono, es en realidad emocionante y produce la sensación de estar ante un descubrimiento excepcional. La imagen de este mundo permanece igual hasta alcanzar la corrección total (Gmar Tikun); cuando se asciende a un estado en donde todo se une en un todo. Todas las fuerzas, todas las Luces, todos los deseos, se unen en un todo y la persona está en unión total con el Creador.
Cuando una persona ve la conexión entre este mundo con el último nivel más alto, alcanza el estado de adhesión con el Creador y total equivalencia con Él. Dicho de otra forma, se llega al Mundo del Infinito. Todos los deseos: los no corregidos de nuestro mundo y los corregidos, todas las imágenes y cuadros se convertirán en una realidad unificada llamada “El Creador y Su Nombre son Uno”. Habrá un único deseo, HaVaYa.
(Extracto de la lección sobre El libro del Zóhar, correspondiente al 13 de enero 2010.)
0 comentarios:
Publicar un comentario