jueves, 7 de febrero de 2013

La realidad, ¿Es realmente como la percibimos?


“He visto un mundo invertido”
Talmud Babilónico - Tratado Pesajim

¿Qué es la realidad? ¿Existe algo externo? ¿O es una imagen creada dentro de nosotros dependiendo de nuestros atributos internos?

Parecería obvio que la realidad es todo aquello que vemos a nuestro alrededor: casas, personas, el universo entero… Lo que podemos ver, tocar, oír, degustar y oler.
Pero ¿Es realmente esto?

Es de mañana. Abres los ojos y te estiras. Es un nuevo día, el sol brilla y los pájaros cantan. Pero dentro de ti, sientes que algo no está bien. Despertaste del lado equivocado de la cama y lo menos que quieres hacer es levantarte. No obstante, recuerdas que ayer fue un día perfecto; sabías que sería formidable desde el momento mismo que despertaste, y te fue de maravilla el día entero. Y hoy, ni siquiera deseas salir de la cama.

¿Qué fue lo que cambió? ¿Cambió la realidad? ¿O, cambiaste tú?

Según la Cabalá, la imagen del mundo que conocemos es, de hecho, inexistente. Es decir, el mundo es un “fenómeno” que percibimos los seres humanos. Es la reflexión de los grados de equivalencia entre los atributos del individuo y los de la fuerza que se encuentra fuera de él, la fuerza de la Naturaleza, el atributo de amor y otorgamiento absolutos. En otras palabras, los grados de equivalencia entre los atributos del ser humano y los de la Naturaleza es lo que el hombre percibe como “el mundo”.

¿Qué nos quieren decir con esto? Echemos mano de un radiorreceptor para hacer una demostración. Las radiodifusoras constantemente están transmitiendo, pero sólo las escuchamos cuando nos sintonizamos con la estación en una cierta frecuencia. ¿Cómo capta el receptor la señal? Genera una frecuencia interna idéntica a las ondas sonoras en el aire. Así pues, el radiorreceptor capta la transmisión sólo después de haber cambiado la frecuencia en su interior, a pesar de que las ondas sonoras siempre estaban allí.

Los cabalistas dicen que percibimos la realidad de nuestro entorno exactamente de la misma forma, conforme a la “frecuencia” que generamos en nuestro interior. En otras palabras, la realidad que nos rodea depende totalmente de nuestras condiciones internas. Por consiguiente, únicamente nosotros podemos cambiarla.

¿Desconcertados?

NUESTRA VIDA ESTÁ DENTRO DE NOSOTROS

Con el fin de comprender la manera en que percibimos la realidad, imaginemos al ser humano como una caja cerrada con cinco “aperturas”. Los ojos, las orejas, nariz, boca y manos. Estos órganos representan nuestros cinco sentidos: la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto. Percibimos la realidad a través de ellos. El rango de tonos que podemos oír, lo que podemos ver y demás, dependen de la percepción de nuestros sentidos.

Para ejemplificar lo anterior, demos un vistazo al funcionamiento de nuestro sistema auditivo. Primero, las ondas de sonido llegan hasta el tímpano y lo hacen vibrar. Las vibraciones mueven los huesos del oído medio que envían la señal al cerebro, y ahí la información recién llegada se compara con la que ya existe en nuestra memoria. Basándose en esta comparación, el cerebro forma una imagen del mundo que parece existir “frente” a nosotros. Este proceso crea el sentimiento que vivimos en un “lugar” específico, pero este sitio se encuentra realmente dentro de nosotros. En otras palabras, todo el proceso se desarrolla internamente. Y los demás sentidos funcionan igual.

¿Entonces, qué es lo que verdaderamente percibimos? Sólo nuestra reacción interna a un estímulo externo, y no lo que realmente se encuentra afuera. Estamos “encerrados dentro de nuestra caja” por lo que no podemos decir con certeza lo que hay en el exterior. Nuestras imágenes de la realidad son las que han estructurado nuestros sentidos junto con la información acumulada en el cerebro. Hace algunos años, la ciencia descubrió que el estimular eléctricamente al cerebro nos podía hacer sentir como si estuviéramos en cierto lugar y situación. De hecho, los científicos que estudian la naturaleza saben que cada una de las criaturas percibe el mundo de una manera diferente. En relación al ser humano, el gato puede ver en la oscuridad seis veces más; el sentido del oído del perro es mucho más agudo y sensible por lo que puede escuchar los sonidos antes que nosotros. El ojo del hombre está adaptado a una longitud de onda que va desde el púrpura hasta el rojo. Es por eso que no vemos el violeta que tiene una longitud de onda menor al púrpura. Sin embargo, las abejas pueden percibir la radiación ultravioleta y localizar diversos tipos de flores.

Estos ejemplos nos muestran que si los humanos tuviéramos otros sentidos, su percepción de la realidad sería totalmente diferente. Todo depende exclusivamente del cambio de nuestras cualidades internas. Por esta razón, el propósito de la ciencia de la Cabalá es mostrarnos que al transformarnos (y hacerlo rápidamente en el transcurso de una vida) empezamos a trascender nuestra existencia terrenal. El cuerpo permanece aquí y seguimos viviendo nuestra vida usual con nuestra familia, hijos, el mundo y la sociedad; pero además de todo esto, percibimos la Realidad Superior.

LA VIDA ES UN SUEÑO

Nuestro mundo existe dentro de nosotros. Nuestros cinco sentidos reciben estímulos externos y los transmiten al cerebro, donde se procesan, formando una imagen del mundo, pero no percibimos nada fuera de eso.

El universo en sí nos es desconocido. Por ejemplo, si el tímpano en mi oído está dañado, no oigo nada y el sonido no existe para mí. Percibo sólo lo que se encuentra dentro del rango en el que estoy sintonizado.

“¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño: que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.” - Pedro Calderón de la Barca, “La vida es sueño”

Nuestra percepción del entorno es completamente subjetiva. Captamos nuestras propias reacciones a algo que supuestamente está ocurriendo fuera de nosotros, pero ¿en realidad está sucediendo algo afuera?

Muchas teorías discuten el tema. La teoría de Newton establece que existe una realidad objetiva, que el mundo es como lo vemos y que existe a pesar de nuestra propia existencia. Más tarde, Einstein dijo que la percepción de la realidad depende de la relación entre la velocidad del observador y lo observado. Que al cambiar nuestra velocidad relativa a la de un objeto, lo observamos de una manera totalmente diferente: el espacio se deforma, se comprime o se expande, y el tiempo cambia.

Otras teorías, como el principio de incertidumbre de Heisenberg, proponen reciprocidad entre el individuo y el mundo. En pocas palabras, la percepción de la realidad es el resultado de mi influencia en el mundo y la influencia de éste en mí.

TODO FUE UN SUEÑO

Los cabalistas explican que el hombre puede percibir la realidad en dos niveles que están bajo la influencia de sus atributos internos.

En el primer nivel, el atributo propio del ser humano es “el egoísmo”. Éste nos da la sensación de estar separados de los demás y hasta nos alienta a tomar ventaja de ellos. El egoísmo es también la razón por la cual nuestra imagen de la realidad es un mundo de guerra, peleas, pobreza y corrupción.

Sin embargo, gradualmente las experiencias que tenemos en la vida, nos hacen tomar consciencia que nuestra percepción egoísta no nos da una satisfacción verdadera, pues el placer siempre es pasajero.

En el segundo nivel, el más elevado, nuestro atributo interno es el amor absoluto y otorgamiento, igual que el de la fuerza de la Naturaleza. Quienes perciben el mundo de esta manera observan que los seres humanos funcionamos como piezas de un sistema único, trabajando en correspondencia mutua, creando un círculo de placer infinito.

Según la Cabalá, el primer nivel es tan sólo una etapa que tenemos que atravesar, y su única finalidad es permitirnos cambiar, de manera independiente, nuestra percepción de la realidad. Los cabalistas que aprendieron a transformar su percepción, definen nuestra existencia actual como “la vida imaginaria” o “la realidad imaginaria”.

En contraste, a la existencia corregida, plena y perfecta, le llaman “la vida real” o “la verdadera realidad”.

Cuando reflexionaban sobre sus percepciones egoístas pasadas, decían, “éramos como aquellos que sueñan” (Salmos 126:1). Es decir, la verdadera realidad está oculta a nosotros, por ahora. No nos percatamos de ello porque percibimos al mundo y a nosotros mismos conforme a nuestros atributos internos que son todavía egoístas. No advertimos que todas las personas están enlazadas entre sí como una sola porque rechazamos tal relación.

Si reemplazamos nuestro egoísmo por los atributos de amor y otorgamiento de la Naturaleza, vamos a percibir y experimentar cosas completamente diferentes a nuestro alrededor, que nunca habíamos notado. Es más, todo lo que veíamos antes estará ahora lleno de plenitud, eternidad y tendrá un propósito determinado. Esto es a lo que los cabalistas se referían en el versículo: “He visto un mundo invertido” (Talmud Babilónico, Tratado Pesajim).

PRUEBA PARA QUE VEAS…

La sabiduría de la Cabalá enseña que el propósito de nuestra vida es, de manera independiente, elevarnos de esta existencia limitada a la verdadera y eterna.

Para conseguirlo, necesitamos los auténticos libros cabalísticos, ya que fueron escritos por quienes descubrieron la imagen verdadera de la realidad. En ellos, los cabalistas nos hablan de la realidad perfecta que se encuentra de hecho a nuestro alrededor. Sólo necesitamos cambiar nuestra frecuencia interna para sintonizarnos a la emisión.

Al ir leyendo sobre la verdadera realidad, la neblina gradualmente se va disipando de nuestros sentidos y se empieza a percibirla. De hecho, los cabalistas explican que no es la comprensión de los textos que cambia nuestros atributos. Aunque no se entienda, el deseo de asimilarlo armoniza nuestra percepción.

Así lo expresa Baal HaSulam en su libro Introducción al Estudio de las Diez Sefirot: “Aún cuado no comprendan la lectura, el anhelo y gran deseo de entender la enseñanza despiertan en ellos las luces que rodean sus almas… Por tanto, aún cuando no tengan las vasijas, al iniciarse en esta sabiduría, mencionando los nombres de las luces y vasijas relacionadas con su alma, empiezan a iluminarles en cierta medida…”

La diferencia entre nuestra percepción actual de la vida y la que podríamos alcanzar es enorme. Para describirla de alguna manera, El Libro del Zohar la compara con la diferencia entre una delgada vela de luz y una luz infinita, o con un grano de arena comparado con todo el planeta. Sin embargo, a quien realmente desea conocer lo que significa, los cabalistas le sugieren que lo vea por sí mismo: “Prueba para que veas que el Señor es bueno” (Salmos, 34:8).

(La Voz de la Cabalá)

0 comentarios:

Copyright ©1996-2016. Bnei Baruch. Todos los derechos reservados. Todo el material en este sitio es presentado por el Instituto Bnei Baruch para la Educación e Investigación en la Cabalá con el propósito de aportar un cambio para la humanidad y mejorarla. Por consiguiente, se permite el uso y distribución de todos los materiales, siempre y cuando no se cambie el contenido y se haga referencia a su origen.

Abraham Academia de Cabalá Adam Alegría Alma Altruismo Ambiente Amor árbol de la vida Ari Artículo semanal Artículos Atzilut Avanzado Baal HaSulam Babilionia Biblia Bina Cabalá Cabalistas Cambio Carencia Caricatura y humor Ciencia Conceptos básicos de la Cabalá Conexión Conexión. conferencias Congresos Consejo diario Contundente Corrección Creación Creador Crisis Crisis económica Cuerpo Curso Curso virtual Cursos gratis de Cabalá Decena Definición diaria demia de Cabalá Depresión Desarrollo Espiritual Deseo Diseminación de la Cabala Mundo Diseminación de la Cabala Estudio de la Cabalá Diseminación de la Cabala Mundo Dolor Ecología Educación Educación integral Egipto ego Egoismo Egoísmo Ein Sof Entorno Equilibrio Equivalencia en forma Escalera Esfuerzo Espiritualidad Estudio de la Cabalá Familia Faraón Fases de Luz Fe Felicidad Festividades Filosofía Formación integral Frases Garantía mutua Gratitud Grupo Espiritual Hábito Hebreo Historias breves Hombre Humanidad imágenes Infinito Intelecto Intención Israel Jojma José Judíos Kabbalah Kelim Kli Laitman Lecciones diarias Lecciones diarias de Cabalá Lenguaje ley Superior Libre Albedrío Libros Líneas Lishma Llenado Luz Majsom Maljut MaN Mandamientos Masaj Materiales originales Medicina Mesías Miedo Misericordia Mitzvot Moisés Muerte Mujeres Mundo Mundos espirituales Música Naciones del Mundo Naturaleza New Life Niños Noé Noticias Ocultamiento Oración Otorgamiento Pareja Partzuf Pecado Pensamiento Pensamiento Semanal percepción Perdón Pesaj Pláticas Plegaria Preguntale al Cabalista Prójimo Providencia Punto en el corazón Rabash Ramas y Raices Re-encarnación realidad Recepción Reflexión diaria relaciones humanas Religión Reshimot Rezo Sabiduría Salud Sefirot Sensación sentidos Sentimiento Sexo Shamati Sistema Sociedad Sucot Sufrimiento Sukkot Temor Tiempo Tikkun Torá Trabajo Espiritual Unión Vasija Vida Nueva Videos Zohar