Al ascender por los peldaños espirituales la persona al mismo tiempo desciende a
su ego.
Supongamos que he discernido y corregido sólo una capa superior y muy fina de
mi deseo. En este nivel me he conectado con el grupo, revelé la importancia de
la meta y atraje la Luz que Reforma. Pero, a pesar de esto, debo pasar por dos
etapas más para ascender al primer grado espiritual (1/125).
Para mí se revela la segunda capa del deseo y aquí estoy peor,
más “áspero”: maldigo, ignoro, niego y desprecio. En comparación con este
estado, antes era como un niño, pero ahora me han rechazado más fuerte. ¿Para
qué? Para darme una posibilidad de lograr unidad más profunda y atraer la Luz
Superior con más fuerza.
De este modo, avanzo paso tras paso revelando un egoísmo cada
vez más fuerte. Por más alto que ascienda una persona, la inclinación al mal
siempre la precede. Está claro que uno está preparado para esto, pero de todos
modos durante una caída nada funciona y él se cae bajo el infinito.
Realmente una caída no es una caída, sino un estado de ascenso a
cual aun no estás preparado. Es como si fueses trasladado a un grupo de
campeones, porque tu entrenador sabe que puedas unirte con los mejores
jugadores. Todas las condiciones están preparadas para ti, sólo debes intentar
ponerte en su nivel.
PREGUNTA: Cuando llega una caída espiritual,
¿puedo tener entendido que necesito sumergirme en ella para pasarla?
RESPUESTA: Tú te esfuerzas para
llegar a un estado corregido y sólo entonces caes…
De lo contrario, si no intentarás con todas tus fuerzas llegar hasta un buen estado, no podrías descubrir tu caída espiritual.
De lo contrario, si no intentarás con todas tus fuerzas llegar hasta un buen estado, no podrías descubrir tu caída espiritual.
La caída no es un error en el camino, sino es el descubrimiento
de un nuevo egoísmo adicional
en ti.
Agarraste las pesas y con todas tus fuerzas las levantaste hacia
arriba, subiendo los 100 kg. ¡De repente las pesas se caen! ¡¿Qué es lo que
pasa?! Descubres que te añadieron otros dos discos de 10 kilos cada uno.
Por eso fallaste y caíste, porque sentiste este peso adicional.
¡Ahora ya sabes para qué necesitas pedir la fuerza de la corrección! Porque
caíste con estos 20 kg de deseos adicionales.
En este momento tienes estos deseos (Kelim, vasijas
espirituales, instrumentos) que has descubierto contra tu voluntad y tú sientes
toda esta pesadez. Si en este momento tú pides fuerzas adicionales, entonces
podrás levantar los 120 kg.
¡O sea que no puedes recibir un pesar de corazón hasta que no
logres éxito! ¡Y sólo cuando lo alcanzas, te añaden el peso del deseo egoísta y
caes!
¡Esto te muestra que estas avanzando! Ahora has conseguido
recibir una fuerza adicional para la corrección.
Puedes preguntar: ¿Cómo puedo lograr el éxito si cada vez que
subo y alcanzo algo, enseguida me tiran de nuevo hacia abajo?
¡Déjenme estar en la cima por lo menos un poco, disfrutar de mis
logros, recibir la medalla que me corresponde! Después ya seguiré.
Pero no, esto no es posible. Esto se ha hecho así a propósito
para que aprendas a disfrutar del trabajo mismo,
para que tu gratificación consista en la posibilidad de otorgar un poco más.
(laitman.es)
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Cuando la oscuridad domina
En el estado de descenso
Desarrollando el deseo
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