Después de que Abraham fundó su escuela, comenzó a desarrollar
el método cabalístico con los estudiantes que se le unieron. Así
creó tres sistemas: un sistema de estudio, un sistema de diseminación, y un
sistema para realizar la sabiduría de la Cabalá.
El sistema de diseminación toma en cuenta el nivel de desarrollo
de la persona. Todo depende de cómo pueden las personas percibir la idea
espiritual, en qué medida es cercana a ellas y puede responder a sus
expectativas, y hasta qué punto puede mostrárseles que este sistema es benéfico
para ellas.
Más tarde, cuando asciendan y se desarrollen, estarán listas
para entender otras opciones que les ofrece la sabiduría. Por lo tanto, la
persona debe ser abordado siempre en su nivel, en un idioma que ella entienda,
entonces puede ser atraída al saber que ustedes en realidad pueden ayudarla a
caer en cuenta de qué es lo que quiere.
En esto fue que se involucró Abraham cuando explicaba que la
meta definitiva de nuestra evolución es el amor y otorgamiento, y aquellos que
deseen alcanzarla internamente, al menos hasta cierto punto, deben venir a él.
Así comenzó la siguiente etapa de desarrollo de la escuela de
Abraham. En este punto, era llamado el grupo de Abraham, dado que todos los
miembros del grupo comenzaron a trabajar en la conexión entre ellos, aceptando
el hecho de que la unidad está por encima de la separación.
Cuando ocurrió el salto del ego en la antigua Babilonia y las
personas quisieron construir una torre para llegar al cielo, es decir, hasta la
fuerza más elevada que esta estaba ejerciendo presión sobre la fuerza negativa.
Abraham, sin embargo, afirmaba que la fuerza negativa surge de
la misma fuerza positiva y tiene que ser operada de forma diferente, al
absorberla en lo que llamamos la línea izquierda (la fuerza negativa). Él creía
que el ego que crece en las personas debe ser estudiado y que hay que trabajar
con este de la forma correcta. Esta es la razón por la cual el periodo que
siguió en el desarrollo del grupo de Abraham es llamado Isaac.
El uso correcto del ego es llamado el sacrificio de Isaac, el
cual significa que atamos nuestro ego y amenazamos con matarlo, totalmente
dispuestos a sacrificarlo, aun cuando entendemos que no alcanzaremos al Creador
sin este. Por otra parte, la semejanza y equivalencia con el Creador sólo puede
alcanzarse si limitamos al ego correctamente. Para nosotros, es como cortar
nuestra propia carne.
Nosotros aprendemos a controlar nuestro ego, a atarlo, a
manejarlo, y a colocarlo bajo el atributo de amor y otorgamiento sin destruirlo
y sin amenazarlo, y nos disponemos a romper con nosotros mismos (dado que el
ego es todo el yo). Este proceso es parte de nuestra evolución, y cuando la
llevamos a cabo, tenemos la oportunidad de hacer un trabajo correcto,
productivo, y enfocado con nuestro ego. Esta es la esencia de la historia del
sacrificio de Isaac.
Historias breves (parte 3 ): La sacudida intencional de los babilonios
Historias breves (parte 3 ): La sacudida intencional de los babilonios
(De Kab.Tv, "Historias breves")
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