(Img por Colgreyis) |
El Libro del Zóhar habla exclusivamente de la conexión entre todos los elementos
del sistema general. Tras descender, Maljut del mundo de Infinito que incluye todo el mundo
del Infinito con sus cuatro etapas de distribución de la Luz directa, es
entregada a nosotros para que hagamos nuestro trabajo en el sistema superior,
en los terrenos donde habita una creación genuina (el alma).
El alma está rota y tiene que resurgir con sus partes rotas.
Para eso, tiene que ascender a través de los mundos, y después de eso
unificarse con los mundos, el alma y los mundos regresan a HaVaYaH, a las cuatro etapas de la Luz directa.
El Libro del Zóhar, así como otras
fuentes cabalísticas, describe lo que uno alcanza como resultado de su esfuerzo
espiritual. Los cabalistas develan sólo lo que ellos revelan en realidad en su
camino.
En las ciencias de nuestro mundo, por ejemplo en la física,
existen libros de texto que explican las leyes materiales. Existen numerosos
libros populares que no son de ficción que describen la historia de la física.
Estos describen cómo se hicieron los descubrimientos principales, cómo las
leyes que fueron descubiertas hace siglos ayudan a los científicos a obtener
las innovaciones actuales, etc. Cuando leemos esos libros, es como si
siguiéramos las rutas de los físicos que exploraron las leyes de la naturaleza
y nosotros mismos participamos en el proceso.
Existen dos tipos de libros cabalísticos. El primer tipo son los
textos que están escritos de arriba hacia abajo, comenzando con la Luz del
Infinito, como escribió el ARÍ: “Sepan que en el principio de la creación sólo
existía la Luz Superior que lo llenaba todo”. Sin embargo, esos libros no
describen el camino del alcance humano; en su lugar, describen a grandes rasgos
la formación de la creación desde el momento de su aparición desde su raíz
superior del estado más distante de nosotros.
Existen libros escritos de forma diferente, de abajo hacia
arriba, de acuerdo a la forma en que ascendemos espiritualmente. Así es como Rabash escribió
sus artículos. Sus escritos gradualmente nos llevan a los mundos espirituales,
y hace esfuerzo por acelerar nuestro avance como un abuelo paciente hacia su
nieto: “Hagamos esto, y ahora esto”. Es como si abriera la espiritualidad junto
con nosotros. Él explica las etapas de nuestro avance y nuestro entendimiento
de las etapas de nuestro desarrollo.
El Libro del Zóhar abraza ambas
tendencias. Por una parte, cada parte del Libro del
Zóhar, aclara paso a paso los métodos para alcanzar la revelación.
Por otra parte, los autores inmediatamente nos dicen de dónde viene la
revelación y por qué. Es similar a un guía que nos lleva por el camino diciendo:
“Demos un paso y verán lo que les espera y lo que deben revelar””.
El Libro del Zóhar me acompaña en cada
paso, explicándome un poco por adelantado lo que tengo que comprender y
esperar. Tengo que dar un paso adelante hacia lo desconocido, y El Libro del Zóhar me
dice por adelantado qué sucederá exactamente después.
Por esto El Libro del
Zóhar es diferente a
los demás libros cabalísticos que fueron escritos para aquellos que ya habían
alcanzado los mundos superiores. Incluso El Estudio de
las Diez Sefirot no
explica cómo elevar el MAN,
sino que describe los procesos que tienen lugar en los Partzufim espirituales,
mientras que El Libro del
Zóhar está escrito para nosotros.
Al trabajar con El Libro del Zóhar, sabemos, entendemos
y sentimos que tenemos una fuente de poder que pertenece a la naturaleza
superior, a la fuerza que maneja todo hasta el más mínimo detalle, hasta la
célula más pequeña, hasta el último átomo. El Libro del Zóhar tiene una cualidad especial que nos permite conectarnos con esta fuerza
e inspirarnos en ella. De esta manera seremos capaces de entenderla, sentirla y
trabajar de acuerdo a ella.
(laitman.es)
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