Pregunta: ¿Es el alumbramiento una condición para el avance de la mujer? ¿Podría ser esto un debate para que ella pudiera discernir lo que le hace falta, que quizás fuera un hijo y no la espiritualidad, puesto que este es el último acto dador y de devoción?
Rav: No.
Pregunta: ¿Hay algo místico y espiritual en el proceso de alumbramiento, dado que es utilizado en todos los conceptos de la sabiduría de la Cabalá? ¿No es este acaso uno de los aspectos mágicos más grandes de la vida? ¿Acaso la mujer no sabe por ello algo más íntimo de los aspectos místicos?
Rav: Todo lo que sucede en este mundo es resultado de la influencia de los poderes de lo Superior. No hay nada que crezca por sí mismo o exista siquiera de forma momentánea para mantenerse a sí mismo en existencia. Estudiamos este desarrollo desde el nacimiento, y antes del nacimiento, durante los nueve meses de la gestación hasta el avance a partir de la infancia, desde ser pequeños hasta volverse adultos, de acuerdo a la sabiduría de la Cabalá, en las miles de páginas de TES (Talmud Esser Sefirot).
De lo que se habla allí es del desarrollo del alma de la misma forma como nuestros cuerpos se desarrollan en este mundo. Así como hablamos del acoplamiento de nuestros cuerpos que resultaron de esos poderes, y se materializaron en nuestro mundo, también llevamos a cabo estas acciones en nuestra alma. A partir de ello surgen las siguientes generaciones.
No obstante, para actuar en este mundo, una persona no necesita conocer la espiritualidad. Ambos no están conectados entre sí.
Es importante, sin embargo, que el hombre esté casado. Como hemos dicho, el hombre está bastante desapegado de la realidad y es imperativo que alguien le ayude a mantenerse en tierra. La mujer no tiene esta necesidad; por lo tanto, puede estudiar la Cabalá y no requerir estar casada.
De la charla de Rav Laitman con Orit Pinchas, la señorita Arcady Duchin y Gilad Shadmon.
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