"Entreabre tu corazón ligeramente y te haré conocer el mundo."
El Libro del Zohar
¿Quién soy yo?
¿Por qué existo?
¿De dónde vinimos y hacia adónde vamos?
¿Cuál es nuestro propósito aquí?
¿Hemos vivido antes en este mundo?
¿Por qué sufrimos en este mundo y podríamos evitarlo?
¿Cómo podemos alcanzar la paz, la plenitud y la felicidad?
¿Por qué existo?
¿De dónde vinimos y hacia adónde vamos?
¿Cuál es nuestro propósito aquí?
¿Hemos vivido antes en este mundo?
¿Por qué sufrimos en este mundo y podríamos evitarlo?
¿Cómo podemos alcanzar la paz, la plenitud y la felicidad?
De generación en generación, los hombres han intentado dar respuesta a estas incesantes y dolorosas interrogantes. El hecho que persistan hasta nuestros días es la prueba que no las hemos podido contestar satisfactoriamente.
Al estudiar la naturaleza y el universo descubrimos que todo lo que nos rodea existe y responde a leyes precisas y predeterminadas. Sin embargo, si examinamos a los hombres que son la perla de la creación, nos parece que la humanidad existe fuera de estas leyes racionales.
Por ejemplo, al observar la sabiduría con que la naturaleza ha creado nuestros cuerpos y con cuánta precisión funciona cada célula con su intención determinada, somos incapaces de responder a la pregunta siguiente: ¿“Por qué existe este organismo”?
Todo lo que nos rodea esta conectado por lazos de causa y efecto. Nada fue creado en vano. El mundo físico está gobernado por las leyes precisas de movimiento, de transformación y diseminación. No obstante, la pregunta principal “¿Por qué existe todo esto?” (nosotros y el universo entero) permanece sin respuesta. ¿Existe un hombre en este mundo que no se haya hecho, al menos una vez, esta pregunta?
Las teorías científicas en vigor afirman que al mundo lo gobiernan las leyes físicas invariables que no somos capaces de influir. Nuestra única tarea es vivir bien utilizándolas correctamente y preparar el terreno para las futuras generaciones. Pero, vivir bien no resuelve la cuestión de saber por qué estas futuras generaciones deberían existir.
La interrogante sobre los orígenes de la humanidad – ya sea que provenga de la evolución de una especie primitiva o de visitantes extraterrestres que se hubieran establecido aquí - no cambia el fondo del problema. Existen dos fechas importantes en la vida de todos los seres humanos, la de su nacimiento y la de su muerte, Todo aquello que ocurre entre ellas es único y por tanto inestimable. Esta vida puede estar vacía y desprovista de sentido si todo termina en sombras y abismo.
¿Qué le ocurrió a nuestra sabia, coherente y omnisciente naturaleza que nunca actúa en vano? Cada átomo y cada célula en el organismo humano tiene una causa y un propósito; entonces, ¿cuál es el propósito del organismo en su totalidad? Existen tal vez leyes y objetivos que no han sido descubiertos.
Podemos analizar cualquier cosa que se encuentre en un nivel menos evolucionado que el nuestro. Percibimos y comprendemos el sentido de la existencia del mundo inanimado, vegetal y animal, pero no podemos captar el sentido de la existencia del hombre. Evidentemente, este entendimiento sólo puede adquirirse de un nivel existencial más elevado.
Al estudiar la naturaleza y el universo descubrimos que todo lo que nos rodea existe y responde a leyes precisas y predeterminadas. Sin embargo, si examinamos a los hombres que son la perla de la creación, nos parece que la humanidad existe fuera de estas leyes racionales.
Por ejemplo, al observar la sabiduría con que la naturaleza ha creado nuestros cuerpos y con cuánta precisión funciona cada célula con su intención determinada, somos incapaces de responder a la pregunta siguiente: ¿“Por qué existe este organismo”?
Todo lo que nos rodea esta conectado por lazos de causa y efecto. Nada fue creado en vano. El mundo físico está gobernado por las leyes precisas de movimiento, de transformación y diseminación. No obstante, la pregunta principal “¿Por qué existe todo esto?” (nosotros y el universo entero) permanece sin respuesta. ¿Existe un hombre en este mundo que no se haya hecho, al menos una vez, esta pregunta?
Las teorías científicas en vigor afirman que al mundo lo gobiernan las leyes físicas invariables que no somos capaces de influir. Nuestra única tarea es vivir bien utilizándolas correctamente y preparar el terreno para las futuras generaciones. Pero, vivir bien no resuelve la cuestión de saber por qué estas futuras generaciones deberían existir.
La interrogante sobre los orígenes de la humanidad – ya sea que provenga de la evolución de una especie primitiva o de visitantes extraterrestres que se hubieran establecido aquí - no cambia el fondo del problema. Existen dos fechas importantes en la vida de todos los seres humanos, la de su nacimiento y la de su muerte, Todo aquello que ocurre entre ellas es único y por tanto inestimable. Esta vida puede estar vacía y desprovista de sentido si todo termina en sombras y abismo.
¿Qué le ocurrió a nuestra sabia, coherente y omnisciente naturaleza que nunca actúa en vano? Cada átomo y cada célula en el organismo humano tiene una causa y un propósito; entonces, ¿cuál es el propósito del organismo en su totalidad? Existen tal vez leyes y objetivos que no han sido descubiertos.
Podemos analizar cualquier cosa que se encuentre en un nivel menos evolucionado que el nuestro. Percibimos y comprendemos el sentido de la existencia del mundo inanimado, vegetal y animal, pero no podemos captar el sentido de la existencia del hombre. Evidentemente, este entendimiento sólo puede adquirirse de un nivel existencial más elevado.
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