“Porque el propósito del alma, al encarnarse, es volver a su raíz y adherirse a Él, mientras se encuentra vestida en un cuerpo, como está
escrito: ‘Amar al Señor, tu D’s, y seguir Su camino, y observar Sus Mitzvot y adherirse a Él’, por lo que se puede ver claramente que este proceso culmina con ‘Adherirse a Él’, es decir, como era antes que el alma se hubiera vestido en cuerpo.
(Baal HaSulam, “Seguir el Camino de la Verdad”).
Según la Cabalá, el Creador creó el mundo y todas las criaturas para deleitarlas con el placer de Su Luz y Abundancia. Esta Abundancia,
sin embargo, aunque se le esté prometida a todos los seres humanos, se puede alcanzar solamente al igualarnos al Él.
Los cabalistas nos explican que para alcanzar este estado de igualdad, que nos permite experimentar el placer de la Luz del Creador, es necesario involucrarnos en el estudio de la Cabalá que nos lleva por
un proceso que gradualmente nos va asemejando
más y más a Él. Por lo tanto, tenemos que seguir volviendo a este
mundo hasta que alcancemos dicha semejanza, tal como lo explica Baal HaSulam:
“He aquí que se ha hecho saber por los autores y los libros, que el estudio de la sabiduría de la Cabalá es absolutamente necesario para toda persona de Israel [Los que anhelan adherirse al Creador]. Y aunque uno haya aprendido toda la Torá, la Mishná y la Halajá de memoria -habiendo sido un hombre de virtud, realizando buenos hechos en mayor cantidad que sus contemporáneos-, pero no haya estudiado
la sabiduría de la Cabalá, está obligado a volver a reencarnarse en este mundo para estudiar los secretos de la Torá y la sabiduría de la Verdad; lo cual está mencionado en varios Midrashim de nuestros sabios”,
(Baal HaSulam, “Introducción al libro Prí Jajam”).
escrito: ‘Amar al Señor, tu D’s, y seguir Su camino, y observar Sus Mitzvot y adherirse a Él’, por lo que se puede ver claramente que este proceso culmina con ‘Adherirse a Él’, es decir, como era antes que el alma se hubiera vestido en cuerpo.
(Baal HaSulam, “Seguir el Camino de la Verdad”).
Según la Cabalá, el Creador creó el mundo y todas las criaturas para deleitarlas con el placer de Su Luz y Abundancia. Esta Abundancia,
sin embargo, aunque se le esté prometida a todos los seres humanos, se puede alcanzar solamente al igualarnos al Él.
Los cabalistas nos explican que para alcanzar este estado de igualdad, que nos permite experimentar el placer de la Luz del Creador, es necesario involucrarnos en el estudio de la Cabalá que nos lleva por
un proceso que gradualmente nos va asemejando
más y más a Él. Por lo tanto, tenemos que seguir volviendo a este
mundo hasta que alcancemos dicha semejanza, tal como lo explica Baal HaSulam:
“He aquí que se ha hecho saber por los autores y los libros, que el estudio de la sabiduría de la Cabalá es absolutamente necesario para toda persona de Israel [Los que anhelan adherirse al Creador]. Y aunque uno haya aprendido toda la Torá, la Mishná y la Halajá de memoria -habiendo sido un hombre de virtud, realizando buenos hechos en mayor cantidad que sus contemporáneos-, pero no haya estudiado
la sabiduría de la Cabalá, está obligado a volver a reencarnarse en este mundo para estudiar los secretos de la Torá y la sabiduría de la Verdad; lo cual está mencionado en varios Midrashim de nuestros sabios”,
(Baal HaSulam, “Introducción al libro Prí Jajam”).
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