Si de alguna forma hemos de relacionarnos con este texto, nos llega la declaración que hace Hillel al extranjero que vino hasta él y le pidió que lo convirtiera como dice en la Gmara: "Conviérteme para que puedas enseñarme toda la Torá mientras estoy parado en un solo pié". Él le dijo: "Eso que odias, no lo hagas a tu amigo. Esto es toda la Torá y el resto quiere decir anda y estudia". Vemos que le dijo que toda la Torá es la interpretación del Versículo: "Ama a tu prójimo como a ti mismo".Comentario del Rav: ¿Qué ocurre aquí? El extranjero que llegó hasta Hillel es nuestro deseo de recibir con el propósito de recibir, que sabe que es corrupto, egoísta: el ego. El ego dentro de nosotros que llegó y dijo: “Corrígeme”. “Dime lo que necesito hacer”. Puesto que se encuentra dentro del deseo de recibir por recibir no se le puede decir: “Empieza a dar a los demás, ama a tu prójimo”. ¿No es así? Se le dice, “Trata de llegar a un estado en donde conviertas tu deseo en un deseo de otorgar o al menos de tzimtzum, restricción. No utilices tu ego”. Por eso le dice: No hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti. Pruébalo en ti mismo, en tu propio ego, verás que al preocuparte por tu propio ego será exactamente lo mismo que preocuparte por el ego de otro. Haciendo esto adquieres la sensación del otro. Aún no quieres otorgar pero ya eres igual y no es que él esté por debajo de ti y que puedas pasar encima de él, pero ahora lo has levantado hasta tu nivel. Esta es la condición en el camino, pues es imposible hablar de otra forma al deseo de recibir que está en el ego. Y después cuando se llega a esto, ya estás considerando ir directo hasta Dios, ya estas buscando una manera de igualar tu forma con la del Creador y cuando logras la equivalencia de la forma te vas a llamar Adam, el humano que se parece al Creador. Ya estarás recibiendo con el fin de otorgar. Esto ya es amor. Hillel no habla de amor, habla de igualdad.
Rav Michael Laitman
2006-01-06 El Amor por el Creador y el Amor por los Seres Creados. Primera Plática.
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