En el proceso natural, una persona nace con el programa egoísta. Por lo tanto, en el “pizarrón” de nuestra conciencia o cerebro, una imagen opuesta es impresa o proyectada egoístamente. Esta imagen es llamada “nuestro mundo.”
Nosotros no percibimos nada más que la luz. No obstante, si la luz pasa por el proceso egoísta, se manifiesta en nosotros como “nuestro mundo”. Nuestro deseo egoísta cumple su procesamiento, añadiendo obstáculos, seleccionando todo lo bueno y desechando todo lo malo. Este es el programa de auto preservación del organismo y si nosotros no lo tuviéramos, entonces la visión sería totalmente diferente. Sin él la visión se imprimiría en la parte frontal del alma y mostraría a la persona todo lo que existe en el exterior, en una forma objetiva, en lugar de lo que está dentro, subjetivamente y con un beneficio para sí misma. Eso que se encuentra en el exterior es llamado “la Luz” o “el Creador”.
Con el propósito de programar la computadora con el programa altruista, existe la Ciencia de la Cabalá, la cual nos ayuda a recibir la imagen externa, la cual existe genuinamente sin una cubierta egoísta. Seremos capaces de sentir el auténtico universo que se encuentra fuera de nosotros. Este estado es llamado “unificación con la luz”, cuando no hay obstáculos entre el alma y la luz.
Esta es la pequeña reminiscencia de lo que la gente siente cuando están en un estado de muerte clínica y se han separado parcialmente de su cuerpo egoísta (o el organismo animal). Ellos ven la luz al frente y aspiran a ella pero son incapaces de alcanzarla porque no se han liberado a sí mismos del egoísmo espiritual. Puesto que la persona sólo podría liberarse de este, unida al egoísmo animal del cuerpo, así, todo el trabajo tiene lugar en el curso de una o varias vidas dentro del cuerpo egoísta.
Nosotros no percibimos nada más que la luz. No obstante, si la luz pasa por el proceso egoísta, se manifiesta en nosotros como “nuestro mundo”. Nuestro deseo egoísta cumple su procesamiento, añadiendo obstáculos, seleccionando todo lo bueno y desechando todo lo malo. Este es el programa de auto preservación del organismo y si nosotros no lo tuviéramos, entonces la visión sería totalmente diferente. Sin él la visión se imprimiría en la parte frontal del alma y mostraría a la persona todo lo que existe en el exterior, en una forma objetiva, en lugar de lo que está dentro, subjetivamente y con un beneficio para sí misma. Eso que se encuentra en el exterior es llamado “la Luz” o “el Creador”.
Con el propósito de programar la computadora con el programa altruista, existe la Ciencia de la Cabalá, la cual nos ayuda a recibir la imagen externa, la cual existe genuinamente sin una cubierta egoísta. Seremos capaces de sentir el auténtico universo que se encuentra fuera de nosotros. Este estado es llamado “unificación con la luz”, cuando no hay obstáculos entre el alma y la luz.
Esta es la pequeña reminiscencia de lo que la gente siente cuando están en un estado de muerte clínica y se han separado parcialmente de su cuerpo egoísta (o el organismo animal). Ellos ven la luz al frente y aspiran a ella pero son incapaces de alcanzarla porque no se han liberado a sí mismos del egoísmo espiritual. Puesto que la persona sólo podría liberarse de este, unida al egoísmo animal del cuerpo, así, todo el trabajo tiene lugar en el curso de una o varias vidas dentro del cuerpo egoísta.
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