*Norma Levine
Faltaba más. Cuando el mundo tenía la esperanza de irse recuperando de la neumonía económica originada por el estornudo de Estados Unidos, nos llega un nuevo achaque.
La gripe porcina, ahora llamada oficialmente influenza A/H1N1, ha venido a recordarnos lo interconectados que estamos y lo interdependientes que somos. Ya lo decía la directora de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan: “Toda la humanidad está bajo la amenaza de una pandemia”. Hoy en día, lo que sucede en México afecta de igual manera a sus vecinos como a Europa y Asia. Las fronteras de las alegrías y de las penas prácticamente se han diluido. Somos todos elementos de un todo integrado, aunque no estemos conscientes de eso.
De hecho, la pandemia ya comenzó, y es la falta de conexión entre nosotros, la cual ha alcanzado una magnitud global. Si nos basamos en lo que dice el diccionario, la pandemia es una “enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región”.
Pues, precisamente esa propagación de desamor e indiferencia es lo que caracteriza al mundo actual; por lo tanto, estamos frente a un claro cuadro de desconexión epidémica.
El egoísmo de la humanidad, que antepone los intereses particulares a los del prójimo, nos está llevando a una crisis a nivel ecológico, económico, social y ahora también sanitario ¿No será entonces que la naturaleza nos está sacudiendo con un propósito? ¿Acaso la situación actual no es un claro indicativo de que necesitamos un cambio de rumbo?
Queremos pensar que la cura a nuestros males se encuentra dentro de un frasco, pero quizá valga la pena detenernos a pensar si no deberíamos hacer un examen más a fondo. En esa exploración a nuestro interior, seguramente encontraremos ese bálsamo que tanto buscamos.
Eso significa que, aún cuando el pronóstico nos parezca sombrío, se nos está dando un diagnóstico preciso acerca del mal que debemos combatir. De la rapidez con la que comencemos a actuar como un todo integrado, dependerá que la humanidad entera salga de terapia intensiva y logre su recuperación definitiva.
* Periodista. Consultora del Instituto Ashlag de Investigación (ARI).
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