“Cuando
observamos a los demás, el ego despierta la envidia, el odio, el deseo de
control. No quiero que los demás estén bien, por lo menos, no mejor que yo.
Que
estén sólo un poco bien, que triunfen relativamente, pero que todos vean que yo
triunfo más…”
Nuestra
naturaleza, a través de la cual sentimos al mundo y a nosotros mismos, viviendo
y actuando en él, es un programa que nos proyecta la realidad.
Se
denomina “ego”: el deseo de recibir y gozar por y para mí mismo, aún a costa a
los demás.
Este programa nos aísla por dentro, nos ahoga en él, atrae toda
nuestra atención y prácticamente nos obliga a pensar sólo en nosotros mismos.
Actuamos
de acuerdo a ese programación y ni nos imaginamos que sea posible actuar de
otra manera y que quizás haya otra realidad.
Ego – Naturaleza Humana – Deseo de Recibir
Pregunta:
¿Por qué fuimos creados con el ego si tarde o temprano lo tenemos que corregir?
Conocemos
el mundo a través de los opuestos: caliente- frío, blanco - negro. Sentimos
a uno teniendo como fondo al otro. Si todo fuera del color blanco, no
percibiríamos nada. De la misma manera, si todo fuera negro, tampoco
captaríamos nada.
Las partes opuestas siempre son necesarias, la diferencia entre sentimientos, entre colores y entre lugares.
Nosotros
podemos sentir las diferencias entre las cosas, y no cada una de esas cosas por
separado.
El
Creador es amor y entrega. Pero no podemos sentir a lo que es entrega si no
tenemos nada que contraste con ella. Por ello necesitamos al ego – “ayuda por
oposición” – porque al ser opuesto al Creador, nos ayuda a conocerle y sentirle.
“Corrección” – en la medida
en que adquirimos la cualidad
de amar y de otorgar,
nos equiparamos con el Creador,
y comenzamos a sentirlo.
nos equiparamos con el Creador,
y comenzamos a sentirlo.
(Extracto del libro "El Punto en el Corazón")
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