Recibí una pregunta: En Cabalá “salir del exilio” o desear salir del exilio significa querer elevarse por encima del egoísmo. ¿Pero, cuál sería la razón que la gente quisiera salir de éste? El individuo siente que su egoísmo es él mismo. ¿Por qué querría salir de sí mismo?
Respuesta: ¡Porque es inevitable! El Creador es la Luz que creó nuestro deseo. En algunas ocasiones Él con su Luz ilumina profusamente a una persona y en ocasiones no tanto. Él emplea estos cambios para construir nuevos deseos en nosotros. Sin embargo, Él no los llena. Sencillamente los despierta y provoca su crecimiento.
Por esta razón, cada día que pasa, nos vamos sintiendo peor en todos los aspectos de nuestras vidas. Es también el motivo que deseemos el cambio: queremos los cambios para sentirnos bien en nuestro deseo de recibir placer.
Y un buen día de pronto una chispa aparece dentro de nuestro deseo que proviene del Creador mismo. Es una chispa de Luz, el atributo de otorgamiento y desde esta chispa o deseo empezamos a aspirar el otorgamiento.
En un principio el individuo no entiende lo que desea. Sólo siente que eso que quiere debe provenir de un mundo distinto. De un momento a otro, empieza a sentir que es inútil recibir, no le ve el fin a la recepción y considera que no tiene significado alguno. La persona quiere algo distinto.
En consecuencia, en lugar de la pregunta: “¿Como puedo encontrar el propósito de mi vida recibiendo placer?” el hombre ahora se pregunta: “¿Cómo puedo tener un propósito en la vida dando placer a alguien más?” Esta pregunta nace de un deseo que se llama el punto en el corazón.
Gradualmente, la persona continúa creciendo y alcanza Lo Lishma, la búsqueda espiritual para su propio beneficio y desde allí alcanza Lishma que es para otorgar.
Respuesta: ¡Porque es inevitable! El Creador es la Luz que creó nuestro deseo. En algunas ocasiones Él con su Luz ilumina profusamente a una persona y en ocasiones no tanto. Él emplea estos cambios para construir nuevos deseos en nosotros. Sin embargo, Él no los llena. Sencillamente los despierta y provoca su crecimiento.
Por esta razón, cada día que pasa, nos vamos sintiendo peor en todos los aspectos de nuestras vidas. Es también el motivo que deseemos el cambio: queremos los cambios para sentirnos bien en nuestro deseo de recibir placer.
Y un buen día de pronto una chispa aparece dentro de nuestro deseo que proviene del Creador mismo. Es una chispa de Luz, el atributo de otorgamiento y desde esta chispa o deseo empezamos a aspirar el otorgamiento.
En un principio el individuo no entiende lo que desea. Sólo siente que eso que quiere debe provenir de un mundo distinto. De un momento a otro, empieza a sentir que es inútil recibir, no le ve el fin a la recepción y considera que no tiene significado alguno. La persona quiere algo distinto.
En consecuencia, en lugar de la pregunta: “¿Como puedo encontrar el propósito de mi vida recibiendo placer?” el hombre ahora se pregunta: “¿Cómo puedo tener un propósito en la vida dando placer a alguien más?” Esta pregunta nace de un deseo que se llama el punto en el corazón.
Gradualmente, la persona continúa creciendo y alcanza Lo Lishma, la búsqueda espiritual para su propio beneficio y desde allí alcanza Lishma que es para otorgar.
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