Todos los mundos, tanto el Superior como el inferior, están dentro del hombre. Todo lo que se creó en el mundo fue hecho para el hombre. El Zóhar, Capítulo Tazria "Cuando una mujer"
Percibimos todo dentro de nosotros y no sentimos nada fuera. No sabemos dónde estamos. Nos ubicamos en una especie de película que se reproduce dentro de nosotros, como una tira de celuloide; así es como percibimos el mundo.
No podemos salir de esta película y sentir algo “fuera de ella.” No podemos entender qué es la verdadera realidad ni cómo aparece desde el exterior, no podemos verlo de forma objetiva, es decir, desde un lado, como observadores.
Baal HaSulam explica, en el Prefacio al Libro del Zohar, que percibimos la realidad dentro de nosotros. Hay un proyector en la parte posterior de nuestro cerebro que proyecta “desde fuera” todo lo que yo percibo en mi interior. Es por esto que yo “veo” como si hubiera algo fuera de mí.
Acto seguido, tomo los objetos en mis manos, los como y los bebo, los manipulo y me muevo entre ellos. Vivo entre las imágenes que he creado en mi interior, aunque, me parece como si existieran fuera.
Es por esto que nuestro mundo se llama inventado o imaginario. Yo soy quien le da forma. Si cambio, entonces, la imagen de la realidad que percibo y veo a mí alrededor también cambiará. Por otra parte, esta realidad está viva. No se dibuja en una hoja de papel o en mi imaginación, ya que esta máquina llamada “yo” crea esta realidad, que vive en frente de mí, por su propia cuenta.
Si puedo ver mi película interior, no a través de un proyector egoísta “dentro de mí”, sino a través de un proyector altruista “para los demás, lejos de mí mismo”, entonces, percibiré lo que está sucediendo ahora en el exterior, en mi interior. Voy a ver todo dentro de mí, en la verdadera realidad (el deseo).
(24628 – De la lección del 20 de octubre 2010, Percepción de la Realidad.)
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