A nuestra generación, le han dado una oportunidad que antes no había sido otorgada, y ¡debemos realizarla!
Deben concretar la oportunidad que se les ha otorgado, ascender por encima del cuerpo y unificar los corazones desconectándose de la preocupación personal. Deben preocuparse uno por el otro para que no caigan del pensamiento sobre el mutuo otorgamiento, y ocuparse de que el Creador entre en escena.
Clase matinal, parte III, 46:40-48:30
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