Estamos controlados por los deseos egoístas, vasijas de recepción, aunque no sabemos de qué se trata. Es así porque todo se alcanza a partir de la comparación, el provecho de la Luz es alcanzado desde la oscuridad.
Sin embargo, una vez que recibimos un poco de Luz, comenzamos a sentir que hay otra forma de existencia, además de vegetar en elegoísmo. Hay vida en el otorgamiento.
Sólo la Luz crea estos deseos o Kelím en nosotros, y dentro de ellos emerge esta sensación de expectativa o debilidad. Entonces empezamos a formar cierta expectativa del otorgamiento. Sin embargo, sólo surge de la condición de que la persona puede situarse correctamente ante este cuadro.
En este momento este deseo egoísta me tira en su seno. Es por eso que tengo que absorber del entorno la importancia de la meta atrayendo la Luz y adoptando medidas hacia ella a pesar de mi deseo.
Después de eso, otro tipo de los obstáculos son puestos delante de mí: me muestra qué clase de placer se oculta en el otorgamiento. Entonces tengo que ser salvado de otro peligro: caer en la Klipá, que dice: “Disfruta del otorgamiento. Haz algo por el bien del otorgamiento. Y ahora haz un poco más, y luego algo más…” Excediendo así los límites de mis capacidades, empiezo a sentir el placer egoísta del otorgamiento. Después de todo, enormes Luces se me revelaron en vez de la delgada Luz que sentimos en nuestro mundo.
Así es como puedo sobreponerme por un estado que los libros cabalísticos llaman “impureza” o “el fuego del infierno”. Hoy nuestro egoísmo nos está dando sólo un pequeño reto, al no permitir que nos acerquemos al otorgamiento. Pero más tarde haremos nuestro camino en el mundo de la impureza que tendrá que ser corregido para otorgar. Allí, descubriremos una fuerza de astucia, un gran deseo egoísta que se opone al Creador. Se nos dice: “Otorga, hazlo como el Creador lo hace. Hay un gran placer contenido en dicho acto”. ¿Seremos capaces de mantenernos de pie para enfrentarnos con esto?
En este momento estamos poniendo una “pantalla” (Masáj) en contra de nuestro deseo de recibir, mientras que más tarde construiremos pantallas reales en contra de la Luz, contra el placer del otorgamiento en vez del de la recepción.
(36819 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 2 de Marzo del 2011, Escritos de Rabásh)
0 comentarios:
Publicar un comentario