¿Por qué para el estudio de las ciencias tradicionales no se
necesita la Luz Circundante, pero para el estudio de la ciencia de la Cabalá es
absolutamente necesaria? ¿En qué consiste la diferencia entre ellas?
Las ciencias regulares se estudian con ayuda del deseo
egoísta y no se requiere que el investigador realice nada que no sea terrenal.
Estas ciencias no se salen de los marcos de la investigación de la materia
egoísta, nuestro deseo de recibir placer. Este deseo es el que nos hace creer
que existe un mundo enorme alrededor de nosotros, el cual investigamos. Pero la
realidad es que estamos investigando nuestro deseo interno en los niveles
inanimado, vegetativo, animado y humano, que existen dentro de nosotros.
Todos los animales, las plantas, la naturaleza inanimada,
todo lo que estudiamos en nuestras ciencias terrenales se manifiestan dentro de
nuestro deseo de recibir placer.
Por eso, como resultado, descubrimos únicamente nuestro deseo.
A esto se dedican todas nuestras ciencias: la física, la biología, la
química, la astronomía, etc. Todo esto está dentro de nosotros.
La ciencia de la Cabalá también está dentro de nosotros. La única
diferencia es que, la ciencia corriente examina nuestros deseos egoístas en su
forma original, que se nos dio inicialmente, mientras que la ciencia de la
Cabalá examina nuestros deseos después de que éstos han adquirido la intención
de otorgar. Sin embargo, es necesario adquirir primero esta intención para
llevar a cabo la investigación
Por eso, un investigador de nuestro deseo corporal de recibir
placer no debe cambiarse a sí mismo. Él estudia los fenómenos que se
manifiestan en su deseo egoísta. Para eso él necesita sólo su razón y lógica.
Pero un investigador que quiera estudiar lo que ocurre en el deseo
de recibir placer con la intención de otorgar, en otras palabras: un cabalista,
debe adquirir la intención de otorgar pues es su instrumento para la
investigación.
(Extracto de la lección sobre La sabiduría de la Cabalá y su esencia)
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