Todo lo que describen los cabalistas está dentro de nosotros, en nuestras raíces.
Mi deseo de recibir comienza a descubrir nuevos horizontes, mostrándome
el presente, el futuro, y el pasado de acuerdo a su nivel de
desarrollo. El eje temporal no existe por sí mismo, es un componente de
nuestra percepción,
parte de la imagen que es trazada dentro del deseo. Por lo tanto el
proceso cronológico que estudiamos es en realidad una cadena de estados.
Ya que no tenemos opción, hablamos en términos de tiempo, puesto que
este es un algoritmo de la sensación de nuestro mundo.
El pasado, el presente, y el futuro son
estados en los cuales puedo moverme hacia adelante o hacia atrás si es
necesario, si manejo el deseo y el Masaj (pantalla).
Por lo tanto, no hay tiempo y no hay distancia. Estas son simplemente
sensaciones dentro de mi deseo: un tipo de atributo representa el
concepto de tiempo y el otro, el concepto de distancia.
La forma en la que sentimos el tiempo
ahora es una ilusión. Yo estoy en realidad en un cierto deseo en el
nivel del “inanimado del inanimado”, y este deseo describe las imágenes
de mi existencia en este mundo,
imágenes de vida y muerte, Aun cuando las “imágenes” cambian ante mis
ojos, el deseo en sí no cambia. Es una réplica de deseos más elevados, y
entonces describe fases dentro de mi sensación que son similares a los
niveles espirituales. Siento que estoy vivo, pero en realidad es sólo un
reflejo de niveles espirituales y de los cambios en la “materia” del
deseo egoísta que se considera “muerto”.
Por supuesto, no hay estados intermedios con respecto al Creador. La Luz superior
está en un estado de absoluto reposo, y para empezar, creó sólo un
estado, el cual tenemos que percibir. No puedo percibir esto ahora,
porque no estoy preparado para ello. Por lo tanto se restringió 125 grados y cada vez descubro el próximo nivel más elevado. Esto me permite avanzar por el ascenso hacia la perfección.
Pero de una manera u otra, todo está
dentro de mí, en mi deseo de recibir. Ahora veo el tiempo como un factor
externo: La Tierra gira alrededor del Sol, pasan los minutos y los
segundos… pero en la espiritualidad no hay nada externo; ahí abordamos
el deseo de recibir y llevamos a cabo todas las acciones dentro de este.
Esta cadena de acciones es lo que
determina el tiempo. Incluso si toma diez años llegar al siguiente
peldaño, en la dimensión espiritual sólo pasa un segundo. Ahí la
sensación del tiempo no es externa, sino que depende sólo de mis
acciones. Es más, no hay espacios vacíos entre las acciones ya que cada
una convoca a la otra. Entonces cuando me elevo hacia la dimensión
espiritual, mis acciones se realizan secuencialmente y el tiempo
desaparece.
(De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 6/28/12, “Introducción al Libro del Zóhar”)
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