Por Riggan Shilstone
Al
igual que un profesor de música abre el mundo musical, el estudio de la Cabalá
revela un nuevo mundo: el mundo espiritual infinito.
En los últimos años, millones de personas se han interesado
en la Cabalá. Comencé mi viaje hace casi cuatro años siendo inspirada por la
música cabalística. La música ha desempeñado un rol importante en mi vida desde
la infancia, y de improviso, me ayudó a entender esta sabiduría conocida como
la "Cabalá".
La
música ha sido llamada “el idioma internacional”, pero ¿realmente es así de
simple? Yo era una niña de los años 60, cómoda con las melodías simples y las
armonías de los Beatles, Gordon Lightfoot, y Peter, Paul y Mary. No tenía
interés alguno en ningún otro tipo de música y temía al viaje anual de estudios
escolares al conservatorio sinfónico. Pero cuando crecí, decidí estudiar música
clásica, encontré a una profesora de piano y dediqué varias horas al día practicando.
Hoy es
difícil para mí creer que hubo un tiempo en el que no amé a Bach, no aprecié la
disonancia de Stravinsky o que viví cuarenta años sin sentir una pasión por la
ópera. ¡Incluso, más tarde, encontré que yo podría escuchar y disfrutar de la
música rap que mi hijo trajo a la casa! Entonces ¿qué es lo que ha cambiado?
TODO
ESTÁ EN EL OÍDO DE QUIEN PERCIBE
Remontándome
al pasado, mi trayecto debe haber sido determinado cuando comencé a estudiar el
piano. El entusiasmo desbordante de mi profesora y su amor por la música clásica
simplemente me apasionaron. Muy pronto - bajo su tutela -, comencé a oír
modelos y formas que fueron las bases más importantes de la música. Lo que
estaba escondido antes gradualmente se aclaró para mí, como si surgiera de una
neblina.
¿Cómo
fue que ella me engatusó para que mi interés inicial por la música fuera una
pasión igual a la suya? Comenzó con Mozart y Beethoven, compositores cuyas
melodías y armonías podían ser apreciadas en la superficie, incluso por mi oído
ineducado. Trabajando desde allí, ella me guió más profundamente y me mostró
las sutilezas que yo no notaba, abriendo mis oídos y mi mente a nuevas
posibilidades en la música. Tocábamos la música, la separábamos en partes y la
analizábamos. Yo escuchaba sus explicaciones exquisitas con temor. Cuando me
hice más sensible a las sutilezas, comenzamos a avanzar, entrando al mundo de
fugas, armonías atonales e intervalos extraños.
ABRIENDO
UN NUEVO MUNDO
Unos
años más tarde, cuando escuché la música de la Cabalá por primera vez,
inmediatamente mi oído experimentado sintió que había encontrado algo completamente
nuevo y diferente ¡otra vez! Yo no podía captarlo totalmente, pero de alguna
manera sentí que había una profundidad infinita de sentido y emoción por ser
revelada, si tan sólo yo explorara esta música con más intensidad. Y sólo
después -cuando realmente hurgué en ello-, supe que había incluso algo más: la
Cabalá es una metodología que puede revelarnos un mundo totalmente nuevo que no
sentimos hoy. Esto fue semejante a cuando mi profesora de piano abrió un nuevo
mundo musical para mí.
La
diferencia es que yo ya poseía el aparato sensorial (oídos) necesario para
estudiar la música, cuando comencé a aprender sobre la música clásica por
primera vez. Pero en Cabalá, no sólo tenemos que desarrollar una apreciación de
las formas y objetos de lo que es llamado “el mundo espiritual”, sino que
también debemos desarrollar un nuevo “sentido” para que seamos capaces de percibirlos.
El camino de la Cabalá comienza con un nuevo deseo. Por lo general, este deseo
se expresa en preguntas tales como: “¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Por qué
estoy aquí?”. Una vez que este deseo despierta, tenemos la motivación para
hacer algo con él y encontrar algo para llenar este deseo. Es así como
encontramos nuestro camino a los libros cabalísticos, una extensa biblioteca de
materiales que nos han legado los cabalistas a lo largo de los siglos, y que explican
los mundos espirituales.
Estos
grandes hombres han penetrado en los mundos espirituales y nos han adelantado
todo lo necesario. Sus composiciones nos explican exactamente cómo llegaron
allí y qué es lo que ellos encontraron en este nuevo estado. Los libros forman
un puente para nosotros, para que podamos hacer lo mismo.
Sin
embargo, si tratamos de leer los textos cabalísticos, como El Zóhar, descubriremos
un mundo de extrañeza y misterio. La brecha entre nuestro mundo de hoy y ese
sobre el cual nos narran los cabalistas, es demasiado grande para nosotros,
como para navegar sin ayuda. Tal como mi profesora de piano me guió a través
del laberinto de la apreciación de la música, un profesor de auténtica Cabalá
puede mostrarnos cómo interpretar estos textos.
Comenzando
con conceptos, con los cuales logramos estar relacionados de una manera inicial,
podemos construir gradualmente una conciencia y una apreciación de los
conceptos espirituales. Haciéndolo así, desarrollamos un nuevo sentido que será
finalmente capaz de percibir este nuevo mundo.
ESTUDIO
EXPERIMENTAL
Como en
la música, debemos sumergirnos finalmente en este nuevo mundo nosotros mismos.
Yo podría sentirme satisfecha por haberme hecho una experta en la teoría de la
música, pero quise sentirla y no sólo entenderla. Esto es lo correcto en el
caso de la Cabalá.
Existen
muchos “expertos” que pueden hablar sobre la estructura del mundo espiritual en
infinitos detalles, pero no es la esencia de la Cabalá. Incluso es un estudio
más experimental que la música. Cuando leemos un texto o escuchamos la música
hermosa de la Cabalá, lo que realmente percibimos es a nosotros mismos y a
nuestro mundo interior. Si no sentimos estos conceptos dentro de nosotros, no
hemos logrado nada.
Los
cabalistas nos han dejado el mapa y las instrucciones, pero nosotros tenemos
que hacer el viaje.
(La Voz de la Cabalá, Edición #10)
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