El
Libro del Zóhar es utensilio fantástico para abrir a nuestra vista un
mundo completo de inmensas y sorprendentes revelaciones. El Zóhar es como una
entrada a la verdadera realidad, que ahora está oculta para nuestros sentidos.
Pero para lograr usar eficazmente la fuerza de revelación que se encuentra en
su interior, debemos asimilar la forma correcta de la lectura en el Zóhar. Las
próximas cinco reglas resumirán todos los contenidos del libro, y les ayudarán
a prepararse para la gran travesía en los caminos del Zóhar.
Primera regla:” El
corazón comprende”
No busquen comprensión
material
El Libro del Zóhar se estudia con el “corazón”, por medio del
deseo y el sentimiento. ¿Qué significa esto? Opuestamente a las formas de
estudio comunes usadas en nuestro mundo, basadas en el procesado intelectual de
información y datos, aquí debemos desarrollar una actitud completamente
diferente. El estudio del Zóhar está designado a despertar en nosotros un
cambio interno, y entrenarnos para la absorción de la realidad oculta.
La medida de éxito en el estudio depende únicamente de la medida
de nuestro anhelo por descubrir y sentir esta realidad. Por eso, ¡no se
necesita ningún conocimiento previo, talento o sabiduría especial! Lo único que
se requiere es desarrollar un deseo simple y real, abrir bien los ojos, abrir
el corazón y “tragárselo” todo.
Segunda regla: “El
hombre – un pequeño mundo”
Interpreten
correctamente las palabras
El Libro del Zóhar contiene muchos términos y descripciones que
nos son conocidos del mundo terrenal, como: mar, montañas, árboles, flores,
animales, personas y viajes. Es importante entender que todos estos detalles,
personajes y eventos que son mencionados en el libro, no hablan del mundo
externo que está a nuestro alrededor, sino únicamente sobre lo que ocurre en
nuestro interior.
Por lo tanto, cuando leemos el Zóhar, debemos intentar
interpretar las palabras escritas en él como una expresión de esas acciones
internas que ocurren dentro del alma; ver el texto como un puente que conduce
hacia nuestros deseos y atributos más profundos.
Tercera regla: “La Luz
que hay en ella lo reforma”
Busquen la Luz
Varias veces oímos decir que el Libro del Zóhar tiene una
“virtud” especial. Virtud es una ley de desarrollo natural que obra en todos
los procesos de la vida, y no una fuerza mística imaginaria.
Los cabalistas explican que nuestro mundo terrenal está
completamente gobernado por el deseo egoísta para explotar al prójimo, mientras
que en el mundo espiritual obra sólo la intención de amar y dar. Por eso, se
nos ha dado el o un medio especial y su función es unir entre los opuestos
mundos, o en otras palabras, dirigir nuestras cualidades según el atributo de
amor y entrega del Mundo Superior – “La Luz que reforma”.
La forma de influencia de la Luz está oculta a nuestra
comprensión de momento, y por eso la denominamos con el nombre de “virtud” o
“milagro”. Pero por parte de los cabalistas, los cuales están conscientes del
mundo espiritual, aquí no hay ningún “milagro”, sino un proceso completamente
natural.
Todo lo que debemos hacer, nos enfatizan los cabalistas, es leer
el Libro del Zóhar y desear que la fuerza que está oculta en él obre sobre
nosotros durante la lectura. De a poco comenzaremos a sentir el cambio interior
que se está produciendo en nosotros gracias a esa Luz. El mundo espiritual se abrirá,
y lo que en un principio nos parecerá una “virtud”, se convertirá en una
realidad clara y entendible.
Cuarta regla: “No hay
nada que se interponga al deseo”
Todo depende del deseo
Todos sabemos qué esfuerzos tienen que hacer los pequeños bebés
para dar sus primeros pasos en el mundo, y con cuanta admirable perseverancia
lo hacen. Ellos no se dan por vencidos e intentan una y otra vez hasta
lograrlo. De la misma forma, también nosotros tenemos que continuar con el
estudio del Zóhar con paciencia y perseverancia, hasta que comencemos a
“caminar” por nuestros propios medios y descubramos el mundo espiritual. Todo
el sistema requerido para el avance ya fue preparado de antemano para nosotros.
Lo único que debemos dar de nuestra parte es el deseo de crecer.
Quinta regla: “Como un
solo hombre, en un solo corazón”
La unión es la llave
(Fragmentos del libro "Abriendo el Zóhar" por Rav M. Laitman)
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