No hay conexión,
excepto cuando hay presencia de la Fuerza Superior, y solamente para que
la Fuerza Superior aparezca, nosotros realizamos la conexión.
Sentir la conexión entre nosotros es llegar a sentir que
todos existimos en un sistema y somos dependientes unos de otros, tanto así que
no puedo hacer ni el menor movimiento independiente. Este es un
sistema rígido creado por lo Alto, que gradualmente se nos revela como una
ley inmutable. Tenemos que sentir la vida que se encuentra dentro, en donde la
conexión entre nosotros se revelará y llegará a ser más aparente. Y la vida que
fluye a través de esta conexión se llama “el mundo
espiritual”.
Para revelar esta conexión entre nosotros necesitamos un entorno correcto. El entorno correcto es aquel que todo el tiempo orienta a la persona, en toda situación, a estar preparado y dispuesto para exigir la Luz que
reforma. Es un entorno que brinda constantemente a la persona la sensación de
garantía mutua en cada situación que la persona transita y siempre se lo
recuerda.
Un entorno así, siempre le ayuda a tener la correcta actitud de cada estado,
inclusive en el peor de ellos, y unir los estados que transita con “no hay nada más que Él”, relacionarlo todo con “Bueno y
Benévolo”, ver que es para bien, que así el Creador le ayuda a pedir su propia
corrección.
(Reflexión diaria, kabbalah.info/es)
0 comentarios:
Publicar un comentario