Ya sea
que lo queramos o no, necesitamos aprender cómo ser similares al Creador, para
hacernos cercanos a Él y ser como Él. El Creador es la Fuerza Superior de la naturaleza, y opera en todas
partes en la naturaleza inferior, afectando todas sus partes.
El
Creador una vez que rompió a la criatura en partes, de la misma manera
que nuestro mundo fue formado como consecuencia del Big Bang, cuando una
pequeña chispa superior irrumpió, explotó y creó el universo entero. De la
misma manera, el Creador creó todos los mundos espirituales a través del
descenso de la Luz hasta la parte más baja de nuestro mundo.
Y ahora
una fuerza correctora opuesta está empezando a recolectar todas estas partes en
el espacio espiritual, y no tenemos forma de evitarlo. Resistirse a esta
conexión es lo mismo que luchar contra las fuerzas de la naturaleza, sólo nos
traerá sufrimiento hasta que nos rindamos.
Si nos
resistimos, evocaremos un enorme sufrimiento sobre nosotros mismos, y no sólo
los habituales problemas de familia, vida o salud, sino epidemias horribles,
catástrofes ecológicas, e incluso guerras atómicas sobre las cuales escribió
Baal HaSulam. Todo depende sólo de nuestra resistencia y carencia de deseo para
seguir constantemente la fuerza de la corrección con el fin de responder mejor
a ella.
Todo
esto sucede de acuerdo a un programa muy específico. Cuando avanzamos de
acuerdo con él, nos sentimos bien y cómodos. Cuando aceleramos la realización
de este programa e incluso queremos correr delante de él, nos sentimos aún mejor
porque atraemos al Creador con nuestras acciones y Lo forzamos a hacer aún más
para precipitar la naturaleza, como es dicho, “Aquellos que se esfuerzan por el
Creador aceleran el tiempo. “
Pero
cuando nos quedamos atrás, aumentan nuestros sufrimientos y problemas en la
medida de nuestro retraso en tanto que se esfuerzan para empujarnos a
desarrollarnos. Y esto no es porque el Creador nos quiera castigar, sino que
¡esta es la forma en la que todo funciona de acuerdo a la ley de la naturaleza!
No hay
nada aquí excepto las leyes de la naturaleza, que podemos llegar a entender y a
ver cómo nos empujan como en un campo de fuerza. Cuanto más me alejo o acerco
del lugar de equilibrio, la fuerza del campo (su intensidad) me influye en
proporción al cuadrado de la distancia, como si el esfuerzo me volviera al
equilibrio. Por ejemplo, me distancio de una medida y la presión de la fuerza
se duplica, me distancio de dos medidas y la presión se cuadruplica.
Necesito
entender que mi más mínimo movimiento, un pequeño paso atrás, inmediatamente
atrae enormes fuerzas de sufrimiento. Esto es así porque cualquier campo, ya
sea el campo de Luz, el campo magnético, o el campo de gravedad, siempre operan
en la función cuadrada. El campo espiritual opera de la misma manera. Las leyes
del Creador son constantes.
Está
escrito que el pago de los justos es doble. Por ello, incluso una ligera
desviación hacia cualquier lado provoca un gran impacto, uno positivo o, Dios
no lo quiera, uno negativo.
(De la Lección
Diaria de Cabalá, La Generación Futura, laitman.es)
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