Cuando las personas abandonaron la antigua ciudad de
Babilonia, surgió la necesidad de una enseñanza consistente y sistemática con
el propósito de educar a la nueva generación con los valores que promovieran la
actitud correcta entre la gente. Esto tenía su origen
en la Cabalá. Fue en este momento que nació la noción de la escuela. A los
niños de ese grupo se les enseñaba a leer y escribir a la edad de tres años.
Aprendían a unirse entre ellos para alcanzar la percepción del mundo
espiritual. El proceso de aprendizaje tenía la estructura de discusiones:
personas experimentadas compartían el conocimiento con los demás (incluyendo
niños) en grupos en donde todos participaban con sus preguntas, mediante
debates y discusiones.
Los antiguos griegos, que recibieron la filosofía y
las ciencias naturales de la Cabalá, también adoptaron este modelo de
escolaridad. Traducido del griego antiguo, la palabra “escuela” significa
“descanso/recreo”, un lugar en donde las personas pasan su tiempo libre. La
gente iba ahí precisamente con este propósito.
Obviamente está muy lejos de las escuelas modernas.
Hoy en día a los niños se les obliga a asistir a la escuela y a recibir una
educación. Sin embargo, el niño necesita sentir el deseo de estar en una
atmósfera llamada escuela porque de otra forma él o ella no aprenden.
Lo más importante es que el niño se desarrollará y con
la ayuda de la escuela, se moldea la persona. No es vaciando conocimiento en su
cerebro, sino transformándolo, haciendo que se entienda a sí mismo, a la
Naturaleza o la sociedad humana. Necesita saber lo que necesita cambiar dentro
de sí mismo para alcanzar el propósito de su vida. Al transformarse comprenderá
lo que ocurre en el mundo y en la Naturaleza. Para esto necesita que se le
apoye a través de conversaciones interesantes.
Cuando un grupo de iguales se reúne, la edad no es un
factor. El maestro no suprime o limita, permanece en el nivel común. Los niños
enseñan a otros niños y la escuela como un todo se convierte en un lugar de
comunicación, aprendizaje, conversaciones y asociaciones de niños dentro del
cual se puede participar libremente.
La ciencia de la Cabalá enseña que el ambiente moldea
a una persona. Lo que necesitamos en la escuela no son paredes, maestros o
libros de texto. Necesitamos formar una sociedad en la que cada niño sienta la
obligación de ser amigo de todos y apoyar a la sociedad como mejor pueda. Los
atributos naturales como la envida, la competencia y la ambición ayudarán al
niño a avanzar porque sería sensible a la reacción dentro de su ambiente.
Si enseñamos correctamente a una generación, ésta
transmitirá su experiencia a sus hijos. Se detendrá el descenso de las
generaciones y se iniciará el ascenso.
PREGUNTA: Usted ha dicho que cuando se enseña adecuadamente, la nueva generación, naturalmente hará la transición hacia la espiritualidad sin caer en el egoísmo. ¿Cómo encaja esto con la idea de que el hombre sale a la Luz desde la oscuridad mientras revela el mal dentro?
RAV LAITMAN: Nosotros
existimos en un sistema muy grande de almas que fue creado por el
Creador. Ahora, en lugar de ello, sentimos nuestra existencia física y la
interconexión rota. Sólo hay una razón para esto:
nuestra percepción deficiente e inadecuada. Y es por eso que tenemos
que buscar y aprender cómo hacer la transición a la percepción correcta.
Si tuviéramos que venir a los cabalistas a una edad
joven, ellos nos hubieran dado la educación que nosotros como niños
debíamos haber recibido. Educar significa acompañar a un niño mientras sus
deseos crecen y los impulsan a hacerse cargo debido a las Reshimót cambiantes
que se despliegan en el proceso de su desarrollo natural, y le facilitan los
medios para administrarlas, organizarlas adecuadamente, y tejerlas dentro de la
correcta actitud hacia el mundo.
Hoy en día enseñamos a nuestros niños a explotar el
mundo, a disfrutar egoístamente, y a utilizar todo y a todos. En su lugar,
necesitamos enseñarles a los niños una actitud altruista y amigable
hacia el mundo, enseñarles el amor. De esta manera un niño simplemente recibe
un método de educación diferente de nosotros y no más que eso.
“¿Cómo se manifestará su inclinación al mal”?
La inclinación al mal, no lleva a ninguna parte, sigue creciendo, mientras
demos a los niños los medios adecuados para corregirlo. Así que ¿por qué estoy
enseñando a los adultos, que también están haciendo la transición del grado
animado al humano, cuando puedo trabajar con niños? Hoy en día, todos ellos
nacen con preguntas ineludibles sobre la vida. No hay necesidad de esperar a
que crezcan y se llenen de deseos animados. Inmediatamente puedo enseñarles a
ser humanos
.
Los padres deben proporcionar a sus hijos la educación
de una manera u otra. Y si mi meta es el otorgamiento y el amor por mis vecinos,
entonces ¿podría enseñar a mi hijo algo más? Por supuesto que voy a enseñarle
las cosas que valoro.
Nuestro deber es proporcionarles a nuestros niños un
método que los lleve al grado humano. Vemos claramente lo que está sucediendo
en el sistema de educación público. Y es por eso que, necesitamos
naturalmente hacer todo lo posible para asegurar que nuestros niños reciban una
educación espiritual.
(De la lección diaria de Cabalá , Escritos de Rabash,
laitman.es)
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