Hay quien piensa que mediante su intelecto descubrirá
la espiritualidad, y este es un gran error…
Nosotros evolucionamos a través de sensaciones o
sentimientos. Los sentimientos cambian, y nosotros estudiamos lo que sentimos.
Nosotros estamos compuestos de corazón (Liba) y la mente (Moja). El propósito de la evolución de la
mente es ayudarnos a entender lo que sentimos.
La sabiduría misma es la sabiduría del sentimiento,
porque se revela dentro del deseo. Yo siento y me entusiasmo de todo tipo de
fenómenos que suceden en mí y comienzo a comparar y unir entre todo lo que
siento y a partir de ello llega la sabiduría. Todo comienza del deseo.
La sabiduría de la Cabalá se manifiesta en los Kelim
(vasijas) de sentimiento, en los Kelim de recepción, en el deseo de recibir, en
la unión entre el sentimiento y el intelecto. Pero primero debo llegar al
estado en el que algo sucede en mi sentimiento y el intelecto se forma en
relación a ello, en relación al sentimiento.
Por lo tanto, primero debemos ocuparnos de sentir
fenómenos en nuestro interior, en el deseo. Es decir, por un lado – invierto y
me esfuerzo para hacer todo lo que está en mis manos para otorgar, y por otro
lado – descubro que todo lo que hice fue con el fin de recibir, que en realidad
no otorgo.
Este punto es el punto de rompimiento. Por una parte
me encuentro en una gran decepción por estar completamente inmerso en el deseo
de recibir y no otorgo, y por otra parte siento que debo llegar al
otorgamiento. De este estado llega la demanda.
(Consejo diario para el que está en el camino,
kabbalah.info/es)
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