PREGUNTA: Baal HaSulam dice
que si no mantenemos el equilibrio entre las fuerzas de recepción y
otorgamiento, la naturaleza nos castiga. ¿Por qué deberían ser castigadas las
personas si ellas no saben nada al respecto?
RESPUESTA: No se
trata de un “castigo” en el sentido usual, sino más bien de la forma en la que
la persona es evocada hacia la auto corrección. En los niveles de la naturaleza inanimado, vegetativo y
animado, el “castigo” es la propia corrección. Por otro lado, en el nivel
humano el castigo es el despertar, el empujón para que la persona acelere su corrección en “Yo lo aceleraré” y
no en “a su debido tiempo”.
Mientras tanto nosotros nos desarrollamos
de acuerdo a los tres primeros niveles, al inanimado, vegetativo y animado, y
nuestro desarrollo es un proceso natural, instintivo, que llamamos “de acuerdo
al calendario “, “a su debido tiempo”, según el plan. Los cabalistas supieron
de antemano las fechas aproximadas de las diferentes fases, pero a partir del
siglo 15, la sabiduría de la Cabalá se volvió
parte de esto como si estuviera destinada a acelerar el proceso. Desde
entonces, parte de la humanidad sigue recibiendo golpes “comunes” y problemas
que la conducen al progreso científico, tecnológico, mientras que otra parte
comenzó a recibir golpes especiales, intencionales y por medio de los cuales las
personas son evocadas y giradas hacia la sabiduría de la Cabalá. Este despertar
comenzó desde el Baal Shem Tov, quien le abrió realmente al pueblo judío las
puertas para el trabajo interno y dio base a sus principios para las
generaciones futuras. Él no escribió nada, sino que diseminó el método en una
medida sin precedentes. Él era un hombre excepcionalmente práctico, teniendo en
cuenta las condiciones de su tiempo.
Fue el Baal Shem Tov, quien inició el
estudio de la sabiduría de la Cabalá para las masas. Él tenía el poder que le
fue dado desde arriba, por supuesto, de insertar las chispas en un devastado
país que había atravesado problemas tales como la pobreza y los pogromos en
Europa del Este. Él organizó a las personas y construyo una red general entre
ellas. Él comenzó a revelar la estructura de la realidad espiritual: los cinco
mundos,Sefirot, Partzufim… entonces El Libro de
Zóhar llegó a ser accesible a las masas, lo cual a su vez fue un
evento sin precedentes. Fue posible que los Jasidim lo mantuvieran
en sus bibliotecas puesto que la sabiduría de la Cabalá ya no estaba prohibida.
Los primeros alumnos del Baal Shem Tov
fueron grandes cabalistas. Ellos fundaron movimientos jasídicos y
escribieron libros que la gente podía aceptar. Estos libros, que están escritos
en un idioma muy emotivo y hermoso, hicieron que la gente se acostumbrara al
trabajo interior.
No es por casualidad que el Baal HaSulam
tiene en muy alta estima al Baal Shem Tov, después de todo, él comenzó una
verdadera revolución cabalística y abrió la puerta que solía estar bloqueada
para todos aquellos que estuvieran interesados en ella. Él mismo todavía es un
misterio, podemos hablar acerca de sus acciones, pero no sobre él.
Sus estudiantes llevaron a cabo su
trabajo, cada uno según su carácter, y, finalmente, todos los movimientos jasídicos dieron
un gran paso hacia el cumplimiento de la sabiduría de la Cabalá entre el
pueblo. La gente empezó a respetar el alcance espiritual, la auto anulación y
el amor por los demás. Conceptos tales como “Ama a tu amigo como a ti mismo” y
“Adorarás al Señor con alegría” se convirtieron en parte de la vida. Fue un
tiempo de trabajo interior muy intenso.
Sólo 200 años más tarde se produjo un
descenso, cuando el movimiento Jasídico se convirtió en un
“ritual” y la internalidad se convirtió de nuevo en externalidad.
Si volvemos a la pregunta, estamos
ocultando los hechos de nosotros mismos, no queremos oír hablar de ellos, y en
el momento en que nos olvidamos del trabajo espiritual, estamos retrocediendo
inmediatamente en nuestro trabajo corporal. Aquí funciona el ego que
nos controla y que oculta de nosotros incluso la más mínima conexión con el
Creador, éste oculta Sus acciones, Su existencia. Nosotros no queremos saber
nada de Él.
No es por casualidad que este ocultamiento
es tan grande, éste construye el espacio para que la persona se estabilice. Por
otro lado, a ella se le recuerda lo que es importante y es evocada y llevada al
grupo. Este proceso se extenderá gradualmente por todo el mundo, pero primero
hay un período de oscuridad, que es la base sobre la cual la persona debe
construirse a sí misma en el futuro.
(De la lección diaria de Cabalá, “Introducción al Libro del Zóhar”, laitman.es)
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